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Sabadell ha pisado el acelerador para reducir los miles de millones en activos inmobiliarios que aún tiene en balance. En concreto, la entidad catalana quiere sacar al mercado hasta cuatro carteras en los próximos meses.

De ellas, dos ya tienen nombres y apellidos: se trata del 'Proyecto Galerna', formado por préstamos fallidos por valor de 900 millones de euros, y del 'Proyecto Makalu', que incluye activos y préstamos por valor de 2.500 millones.

Esta última operación es especialmente llamativa en términos de volumen, y es que es una de las mayores que realiza un banco español desde que estalló la crisis. Solo Popular, BBVA y Catalunya Banc han cerrado operaciones más cuantiosas.

El objetivo del banco presidido por Josep Oliu es deshacerse cuanto antes de todo el ladrillo que tiene en balance. Para ello, su estrategia pasa por desprenderse de esos activos y créditos por valor de 3.400 millones de euros, y posteriormente sacar adelante más operaciones de venta hasta alcanzar los 12.000 millones de euros. De conseguirlo, el banco logrará reducir a cero su exposición inmobiliaria. 

En las últimas semanas el sector financiero está moviendo ficha para soltar más lastre: Sareb, por ejemplo, ha puesto en marcha una megaoperación que le permita sacar de su portfolio más de 10.000 millones en activos mediante el 'Proyecto Ebro', mientras que BBVA ha puesto a la venta 1.000 millones en créditos dudosos a través del 'Proyecto Sintra'. 

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