Bienvenidos al barrio más grande, hacinado y peligroso de América Latina (fotos)

Imaginen que toman una ciudad como Málaga, de 500.000 habitantes, la cual ocupa 395 kilómetros cuadrados y la aprietan hasta dejarla en 40 kilómetros cuadrados, pero con la misma población. Y, en lugar de meter a ese medio millón de habitantes en edificios elevados con muchas plantas, los meten en chabolas, unas encima de otras construidas sobre lomas, y para que todo eso quepa allí. 

Además, hacen que la mayor parte de las calles sean tan estrechas que en realidad son escaleras por solo pueda pasar una persona. Ahora imaginen que se cometen tantos delitos en ese barrio, que en un fin de semana pueden morir asesinadas 30 personas, incluso más. Bienvenidos a Petare, el barrio más grande y más peligroso de América latina. 

Fundado en 1621 por el capitán español Pedro Gutiérrez de Lugo y el sacerdote Gabriel de Mendoza con el nombre de ‘Dulce nombre de Jesús de Petare’, está situado en el este de caracas, junto a los ríos Caurimare y Guaire, que bañan esa parte de la ciudad. Los ‘mariches’, la tribu caribe que habitaba esa zona de Venezuela, dieron nombre a la población que significa ‘de cara al río’.

En principio era un pueblo agrícola dedicado a la explotación de café, caña de azúcar y cacao, con un centro colonial habitado por canarios. Muchos caraqueños paseaban hasta Petare en busca de tranquilidad o inspiración hasta principios del siglo XX. Tras integrarse en el área metropolitana de caracas, la población de petare fue creciendo hasta llegar a la aglomeración humana de hoy.

De paraíso a infierno 

Pero desgraciadamente, su crecimiento no ha ido parejo a los servicios municipales: con profundos problemas de abastecimiento, Petare es hoy un barrio hacinado, donde los transportes públicos apenas dan abasto para servir a una población tan densa, y donde la aglomeración permite campar a bandas de delincuentes que desafían diariamente a la policía.

El barrio se ha hecho tan tristemente famoso, que ocupó uno de los capítulos de la serie ‘Cabo Vadillo’, el policía catalán que recorre con sus compañeros latinoamericanos las zonas más conflictivas del continente. Y Petare es la peor. El programa causó la furia de las autoridades chavistas y fue atacado por los canales oficiales.

La parte colonial casi ha desaparecido desde que en los años sesenta se inició la despiadada demolición de edificios y la especulación de viviendas y terrenos. Las chabolas, allí llamadas ‘ranchitos’, están hechas de ladrillos sin revocar, techos de chapa y sin ventanas. 

“En muchas esquinas se acumula la basura, sobresalen los cables eléctricos de conexiones irregulares o hay muros rayados, mientras los vecinos siguen quejándose de la delincuencia”, afirmaba una información de la agencia AFP titulada “el barrio más peligroso de América Latina”.

Inocentes muertos

Y cuando cae la noche, la temperatura social se eleva hasta la temperatura del fuego. El mismo reportaje comentaba que a partir de las cinco de la tarde, la gente se recogía en sus casas y procuraba no salir: una hora después se hace de noche y Petare es tomado por las ‘culebras’.

Las ‘culebras’ son las peleas entre las bandas de ‘malandros’ (delincuentes). Cada semana pueden morir asesinadas entre 30 y 60 personas en petare. Muchos son inocentes ‘petareños’ que se cruzan entre el fuego de las bandas. Alquilar un revólver por un día puede costar 60 dólares. 

Hastiado por tanta degradación, en 2006 un barbero llamado Jackson Gutiérrez realizó con una cámara de videoaficionado un reportaje titulado ‘azotes de barrio en Petare’ que se ha convertido en un éxito de ventas en las calles de este barrio: retrata la realidad que consiste en drogas, analfabetismo, marginación y delincuencia, todo ello contado por los mismos protagonistas con pistola en mano.

A pesar de que Petare es un barrio chavista, y que se mejoraron los servicios sanitarios con médicos cubanos, la inseguridad y a los malos servicios en otros aspectos hicieron triunfar en las elecciones municipales al candidato conservador Carlos Ocáriz, del partido Primero Justicia, quien está tratando de recuperar el centro histórico colonial, pero que no ha logrado amortiguar la delincuencia.

El barrio se ha hecho tan famoso que ha arrebatado a las favelas de Río de Janeiro la triste fama de ser la zona más peligrosa del mundo. Hoy Petare cuenta con una entrada en Wikipedia.