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Los fondos extranjeros empiezan a buscar nuevos negocios en el mercado inmobiliario. Y ya están poniendo el foco en el sector residencial.

El último que ha movido ficha en este sentido ha sido el fondo estadounidense GreenOak, que ha comprado por 21 millones de euros un edificio en Madrid en el que quiere hacer viviendas.

En concreto, la firma ha adquirido el número 77 de la calle Fuencarral, cuya superficie total des de 8.000 m2. De ellos, la mayor parte son para viviendas y oficinas (unos 6.000 m2), mientras que el resto está ocupado por una galería comercial.

El objetivo del fondo es reformar completamente el inmueble para hacer viviendas de altas calidades. Se trata del primer proyecto del fondo en el mercado residencial español, aunque ya están promoviendo otros similares en ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Londres.

De cara a 2016, la firma tiene pensado seguir apostando por España. Solo en este año GreenOak ha cerrado en territorio doméstico casi una veintena de operaciones valoradas conjuntamente en unos 400 millones de euros, aunque, según el fondo, su capacidad de inversión asciende a 700 millones de euros, lo que deja entrever que en el futuro a corto plazo puede cerrar operaciones valoradas en 300 millones.

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