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Alejandro Soto

Las regiones costeras, con sol y buen clima volvieron a atraer el mayor interés de los extranjeros residentes en España para decidirse a comprar una casa. De las más de 74.280 operaciones realizadas por estos compradores, un 62% se realizaron en Alicante, Málaga, Baleares y las dos provincias canarias. Madrid y Barcelona acapararon otro 16,6% de las compras de extranjeros.

La compraventa de viviendas por parte de extranjeros residentes en España creció en 2016 un 15,1% interanual hasta las 74.283 operaciones, según los datos del Ministerio de Fomento. El dato de 2016 es el mejor de los últimos nueve años: desde 2007 no se veían tantas operaciones firmadas por ciudadanos extranjeros residentes en España, cuando se alcanzaron 87.204 transacciones de este tipo de compradores. El récord de la serie histórica ocurrió en 2006, con 106.370 ventas, reflejo de la burbuja que se estaba viviendo ese año.

Volviendo a los datos de 2016, las regiones de costa, sol y buen clima volvieron a ser el principal foco de atracción para que los ciudadanos extranjeros se decidan a vivir en nuestro país. Los foráneos ya residentes se decantaron por Alicante (16.515), Málaga (9.336) y Baleares (5.503). También cabe destacar los resultados de las dos provincias canarias: ambas suman 8.373 transacciones, con Santa Cruz de Tenerife (4.585) y Las Palmas (3.788). Estas cinco provincias acaparan el 62% de las compraventas realizadas por los extranjeros residentes.

Por otro lado, las dos grandes capitales españolas también atrajeron el interés comprador de los residentes extranjeros. Barcelona (6.621) y Madrid (5.762) aumentaron un 16,3% y un 13,4% las compraventas de casas de los extranjeros residentes respecto a 2015, y volvieron a ser además de las provincias punteras en la inversión inmobiliaria residencial.

El mapa de España refleja la ola del peso de la compra de vivienda por parte de los extranjeros residentes y también su preferencia de dónde vivir. Las provincias del arco Mediterráneo y ambos archipiélagos reflejan la mayoría porcentajes por encima del 10%, mientras la provincias de interior va cayendo el peso de estos extranjeros sobre el total de operaciones, hasta que en Extremadura, Castilla y León, parte de Castilla-La Mancha, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco prácticamente su peso se reduce por debajo del 5%.

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