Casi la mitad de compañías catalanas ha congelado sus presupuestos por la coyuntura política

La tensión generada en el ámbito político durante los últimos meses en Cataluña ha provocado la peor de las situaciones en el marco económico, la incertidumbre. Los economistas Fernando Trías de Bes y Xavier Mena han impulsado un informe, 'Refem empresa, refem Catalunya' (rehagamos empresa, rehagamos Cataluña), con datos que recogen de 123 directivos con empresa en Cataluña y el impacto de la política y con un fin muy claro, aseguran, evitar más daños a la economía. La principal conclusión que extraen es que los directivos están a la espera de cómo se resuelve el conflicto: un 46% de ellos han congelado sus presupuestos para 2018.

La idea de publicar este informe nació hace dos semanas, explica Trías de Bes. Junto al exconseller de Empresa con el primer Gobierno de Mas, Francesc Xavier Mena, reunió a más de un centenar de directivos y profesionales que, de forma libre y voluntaria, se ofrecieron a compartir información empresarial y económica sobre el conflicto en Cataluña. Con los datos recogidos han querido elaborar este documento y"que sirviese de altavoz para los directivos que, por razones profesionales o corporativas, no pueden normalmente pronunciarse en público".

El informe contiene información significativa que pasa de la internacionalización, el traslado de sedes o las ventas a el boicot a las empresas. Respecto a los participantes, los economistas han procedido a recoger información desde todas las vertientes políticas y que, así, pueda ser de panel de expertos cuyas empresas dan empleo a 158.000 personas en Cataluña.

Una de las principales conclusiones que extrae el documento es el grado de preocupación de los empresarios respecto a los acontecimientos políticos, tanto en lo social como en el ámbito profesional. Un 91% de los encuestados se muestran preocupados en lo personal y un 80% en lo profesional. Las peticiones de los directivos en este apartado del estudio son: al Gobierno de España mayor autocrítica y aceptar que también son parte del problema; al próximo Gobierno catalán que cree un clima de tranquilidad y estabilidad y a la sociedad piden acabar con la fractura social y reducir la confrontación.

Para Trías de Bes no hay un único culpable de la situación: "para algunos es la celebración del referéndum, para otros las cargas policiales, para otros la declaración de independencia sin garantías... Da igual, la situación de incertidumbre se ha instalado en Cataluña y eso es lo que debemos trabajar para salir adelante". Para el 80% de los directivos consultados, el grado de preocupación por las consecuencias de la situación política es superior al de otros factores puramente empresariales.

Asimismo, un 25% de los entrevistados han congelado las contratación de personal. "Es muy relevante que uno de cada cuatro directivos reconozca que ha reducido sus presupuestos y la contratación de personas prevista para el próximo año a la espera de las elecciones", declara Trías de Bes, quien cree que "en este contexto, la gestión del conflicto en Cataluña en los próximos meses va a ser determinante para la economía catalana".

Lo que respecta a las ventas, el 56% de los encuestados reconocen que han bajado las ventas debido a la situación política actual y un 43% manifiesta que no le ha afectado. Solo un 1% declara haber tenido mayores ventas en este periodo. El promedio de las respuestas es que las ventas han caído un 9,5% desde que saltó la crisis política, es decir, el porcentaje que ha variado entre septiembre y noviembre de este 2017. Los motivos que dan pasan por reducción del turismo o tráfico en el 'retail', desconfianza exterior o boicot a productos catalanes. 

En cuanto al boicot, un 19% de los directivos consultados afirman haberlo sufrido, que si se subdivide entre pymes y grandes multinacionales, las que más han padecido este boicot son las grandes empresas, un 33%, mientras que las pymes un 12%. De la misma forma, aseguran todos los consultados que un 95% de ese boicot se debe a clientes de fuera de Cataluña.

De la misma forma, los empresarios advierten en sus respuestas que su mercado es global y el 98% de ellos consideran que esta tesitura afecta a la internacionalidad de la economía catalana. Entre sus respuestas, "las marcas Barcelona y Cataluña ahora lastran cuando antes sumaban". En este apartado, los entrevistados piden a los actores políticos que "el Gobierno español asuma que no solo es una cuestión legal o judicial, también política", que el futuro presidente catalán "haga un esfuerzo en reconstruir la imagen internacional" y a la sociedad "que las empresas catalanas no podemos estar ni un segundo fuera de la UE".