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Las empresas españolas están avanzando en el camino digital, aunque no todas lo hacen al mismo ritmo. Según el análisis que ha hecho Bankia a más de 5.000 empresas, bautizado como Bankia Índicex 2016, las compañías ligadas a la construcción y a las actividades inmobiliarias y de alquiler están entre las peor paradas del ranking de competitividad digital.

La nota media de las empresas analizadas se sitúa en 5 puntos en una escala de 0 a 10. Este aparente aprobado, sin embargo, tiene una connotación más positiva de lo que parece. “Aunque pueda parecer una calificación floja, no lo es. Se han analizado 100 parámetros distintos y conseguir un 5 es muy exigente”, explica Juan Luis Vidal, director corporativo de pymes de Bankia.

El informe que ha presentado la entidad financiera deja entrever que las empresas españolas obtienen sus mejores resultados en el área de analítica web, convertida en herramienta fundamental para conocer los hábitos y gustos de los clientes, y en el área de posicionamiento en buscadores, que constituye la puerta de entrada a internet.

Sin embargo, no todas las compañías están al mismo nivel. El tamaño de la empresa, el área geográfica donde opera, su tipo de cliente y su sector de actividad son los que determinan el mayor o menor grado de digitalización.

En términos generales, los negocios con más de 150 trabajadores obtienen unas mejores puntuaciones que las micropymes (cuya plantilla está formada por menos de 10 empleados), mientras que los mayores niveles de competitividad digital se encuentran en Asturias, Navarra, Cataluña y Murcia. También son mejores las notas de aquellas empresas que venden productos a particulares y exportan. En lo que a actividad se refiere, los mejores resultados están en el sector servicios, mientras que los peores son los del ladrillo.

El sector de la construcción obtiene una nota de 4,5 puntos, por lo que es cinco décimas inferior a la media nacional. Agricultura, pesca y ganadería es el segundo peor sector, con 4,9 puntos, seguido de industria (5,2) y sector servicios (5,5).

“Es un hecho que las nuevas tecnologías están revolucionando todos los procesos dentro del sector de la construcción: desde la proyección de edificios que utilizan tecnologías aplicadas o la domótica, hasta las más modernas infraestructuras y ciudades inteligentes interconectadas digitalmente. El desarrollo tecnológico está transformando también la productividad de todas las actividades del sector, adoptando nuevas herramientas que racionalizan los costes de producción, mejorando la organización del trabajo e innovando en los servicios postventa. Sin embargo, el sector de la construcción ha emprendido su camino hacia la digitalización con menor celeridad que el resto de actividades económicas”, recalca el informe.

Los datos recopilados por Bankia revelan que el 40% de las empresas dedicadas a actividades constructivas no utiliza internet como canal de venta y solo tres de cada 10 permiten la compra de servicios o productos a través de su web. Esto refleja que el foco de la construcción no está orientado hacia el comercio electrónico, sino que utiliza sus páginas web como escaparate para mostrar unos productos y servicios que serán adquiridos más tarde a través de otros canales convencionales.

Así, las calificaciones más débiles del sector están en marketing digital, redes sociales y comercio electrónico, mientras que la mejor es la de posicionamiento SEO. Otra de las variables en las que destaca es en seguridad, donde incluso se sitúa por encima de la media nacional. En definitiva, la entidad asegura que solo el 4,4% de las empresas de la construcción analizadas son competitivas en términos de digitalización, frente al 78% que se encuentran en una posición mejorable y al 17,6% que no son competitivas.

Las barreras del mundo online no solo afectan a la construcción, sino que también llegan a las actividades inmobiliarias y de alquiler. A pesar de que se enmarcan dentro del sector servicios, el mejor puntuado, se convierten en uno de los subsectores menos digitales. Su nota es de 4,7 puntos, ocho décimas menos que la media del sector, aunque supera en dos décimas a la construcción.

En este sentido, el informe explica que el 19,5% de las empresas analizadas recibe la calificación de ‘no competitivas’, mientras que un 10,7% logra alcanzar la competencia digital y el 69,9% tiene una posición mejorable. “Los resultados muestran un margen de mejora en prácticamente todas las áreas de digitalización, especialmente en marketing digital, donde más de la mitad de las empresas está considerada como no competitiva. Contar con un catálogo apropiado de productos y servicios y emprender acciones promocionales en redes sociales o a partir de bases de datos de sus usuarios puede influir positivamente en su capacidad de atraer nuevos clientes”, añade Bankia.

Redes sociales y dispositivos móviles, las oportunidades

La entidad está convencida de que la transformación digital de la sociedad y la economía continuará a un ritmo acelerado en los próximos años hasta alcanzar todos los sectores de actividad y todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos, con nuevas aplicaciones que ampliarán aún más las posibilidades de negocio. “Las empresas españolas han iniciado con fuerza su adaptación al entorno digital, pero existe aún margen para que mejoren su competitividad”, recalca Bankia, que sitúa a la movilidad y las redes sociales como las oportunidades más interesantes para crecer.

“La universalización del acceso a internet a través de teléfonos y tabletas no solo transformará el negocio de las tiendas virtuales, sino el de todos los sectores de la economía digital. Las empresas tienen el desafío de adaptarse a los nuevos hábitos de sus clientes y ofrecerles las mismas prestaciones que ya obtienen en las páginas web convencionales”, señala el informe.

Otra de las áreas con más recorrido es la de las redes sociales. “Estas plataformas, a las que los españoles dedican casi tres horas semanales, juegan un papel fundamental en la forma en que los ciudadanos toman decisiones de compra y forman sus opiniones. Las empresas están haciendo un esfuerzo notable para construir su reputación en las redes sociales, estrechar sus lazos con los clientes y mostrar sus productos y servicios, pero pueden explotar aún más las posibilidades de promoción a través de acciones comerciales específicas en este tipo de canales”, concluye el estudio de Bankia.

 

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