Si el herrero decide favorecer con su ahorro el que alguien pueda comprarse una casa, dará las indicaciones precisas a su banquero. Alguien que quiere comprar una casa recibirá las monedas de oro y, con ellas, extraerá ahorro del mercado por valor de los arados del herrero y con la forma de una casa. El herrero terminará con una cierta cantidad de bonos hipotecarios en su cuenta y esa cuenta estará respaldada al 100%, si hay anotados 46 bonos en banco debe guardar 46 bonos.

Es importante ver que, una vez que todas las transacciones se han realizado, ni el herrero que presta su ahorro, ni el comprador de la casa o la empresa en la que invierte el herrero sus ahorros, tienen dinero. El dinero vuelve al mercado porque ciertos agentes elegidos por el herrero extraen el ahorro que el herrero había depositado en el mercado, lo que significa que el mercado ha saldado su deuda con el herrero y exige las monedas que representaban ese compromiso.

Otra posibilidad es que el herrero decida no asignar a nadie concreto el ahorro que ha depositado en la economía. Este es un acto de generosidad, el herrero deposita valor económico en el mercado (los arados) y no exige nada a cambio, salvo su derecho a recuperar ese ahorro en el futuro, pero, hasta que llega su vejez, permite que otros hagan uso de su ahorro para mejorar sus vidas. Si decide hacer esto, el herrero encargará a su banquero que custodie sus monedas y el banquero, lo mismo que creaba una cuenta en la que se custodiaban sus acciones o bonos, creará una cuenta en la que se custodian sus monedas de oro. Si el banquero anota que ha recibido y custodia 240 monedas debe guardar en su caja 240 monedas. Esto es un coeficiente de caja de 100%.

No es que este sistema conduzca a que todo el ahorro quede “congelado” en las cajas de los bancos. Ninguna cantidad de ahorro queda congelado en este sistema: el ahorro es asignado a agentes concretos elegidos por el ahorrador, o bien el ahorro es asignado generosamente al conjunto de la economía, cuando el ahorrador decide conservar las monedas (el ahorro en una economía está formado por arados o casas no por monedas. Las monedas solo son un documento que da derecho a apropiarse de cierta cantidad de ahorro de la economía. Quien conserva esas monedas sin gastarlas o prestarlas, está renunciando generosamente a ese derecho).

El coeficiente fraccionario es un abuso bancario en el que el banquero se aprovecha de la generosidad del ahorrador que conserva dinero sin prestarlo. La generosidad de ese ahorrador, produce un valor económico (una renta) al que el ahorrador renuncia: presta a la comunidad su ahorro, para que otros puedan usarlo, a cambio de nada. El banquero entonces roba ese valor económico producto de la generosidad del ahorrador y presta sin permiso del ahorrador las monedas que ese ahorrador había decidido no prestar. Estas monedas que el banquero, sin el permiso del herrero, entrega a otros permiten a esos otros retirar del mercado los arados (o ahorro por el mismo valor) que el herrero generosamente había entregado a la comunidad. El banquero no solo traiciona los deseos del herrero sino que miserablemente cobra un interés a esos a quienes presta el ahorro del herrero.

La consecuencia última de todo esto es la destrucción del dinero y la pobreza general.

1 Comentarios:

Luis
13 Septiembre 2010, 23:45

Buenas noches luisito. Todo eso es muy bonito hasta que a algún banco se le ocurre pagar con pagarés en lugar de oro (los primeros billetes) , a lo que te quieres dar cuente, circulan más pagarés de lo que respalda el oro. Sube la inflación y se opta por suprimir el patrón oro porque frena la expansión económica y vuelta a empezar de nuevo. El ser humano puede caer infinidad de veces en la misma piedra. Unas frases para hacernos pensar: adam smith: nunca guardes todo tu dinero en el país donde vives, porque puede pasar algo. Y generalmente, pasa. Juan pina: no es insolidario quien refugia una parte de su riqueza fuera de su país, sino quienes pretenden que trabaje durante un cuarto, un tercio o la mitad del año para pagar unos impuestos abusivos y confiscatorios. P.d: estoy de acuerdo contigo, sólo es que cada vez veo más difícil que Europa vuelva al camino que dejó hace más de un siglo. Un saludo.

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta