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La recesión económica en EEUU asociada a la pandemia del coronavirus podría llevar a entre 30 y 40 millones de estadounidenses a perder sus casas por impagos en la hipoteca o en el alquiler, según un informe elaborado por expertos universitarios. La mayoría de las moratorias hipotecarias establecidas por los estados de la mayor economía mundial han expirado durante el verano, mientras el Gobierno de Donald Trump estudia si ampliar la prohibición de desalojar inquilinos de edificios financiados con fondos públicos.

La situación actual podría devenir en la crisis de vivienda más grave en la historia de la mayor economía mundial, afirman los expertos. Con el cierre de la actividad económica para combatir la propagación del covid-19, millones de trabajadores se quedaron sin trabajo de la noche a la mañana. La mayoría de gobernadores estatales aprobaron medidas de choque para contener la crisis, entre ellas establecer moratorias en el pago de hipotecas o para los desalojos como medida para proteger a los estadounidenses que no pueden hacer frente al pago de su vivienda.

A nivel federal, el presidente Donald Trump ha pedido al Congreso que apruebe otra moratoria federal a los desalojos del alquiler. La Ley CARES estableció una moratoria temporal sobre los desalojos para los inquilinos que viven en edificios financiados por fondos federales, pero expiró el pasado julio. Las moratorias estatales y locales también están empezando a expirar en estos meses.

Muchos inquilinos ya se encontraban en una posición precaria antes de la pandemia: una investigación del Centro Conjunto de Estudios de la Vivienda de la Universidad de Harvard encontró que casi la mitad de todos los hogares en alquiler tenían importantes tasas de esfuerzo salarial por los costes asociados a la vivienda antes de la pandemia, al tener que destinar más de un tercio de sus ingresos al alquiler.

Según una encuesta de la web Apartment List, aproximadamente un tercio de los inquilinos en todo el país no tuvo capacidad para hacer el pago de la vivienda a partir de la primera semana de agosto.

“La gran mayoría de los estados carecen de medidas protectoras para evitar desalojos o medidas que podrían ayudar a los inquilinos que se enfrentan a dificultades con el alquiler”, según los investigadores, entre los que se encuentran la Universidad de Princeton o el MIT y la experta en leyes de salud y vivienda Emily Benfer.

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