El estilo arquitectónico balear bucea en la historia de la isla para crear espacios que transmiten la magia del archipiélago mediterráneo. Su tierra rojiza, las arboledas de olivos, la arena blanca y el mar turquesa, marcan las construcciones de las islas ya desde los vestigios fenicios, un pueblo que recurría a construcciones sencillas y funcionales. Si damos un gran salto en el tiempo, hasta las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, encontramos el último gran impulso arquitectónico en el archipiélago, cuando muchos arquitectos destacados, como Josep Lluís Sert, apuestan por reinterpretar el legado local. Es el caso de la singular vivienda Casa E, en Menorca, diseñada por el Estudio Gabriel Montañés.