Los propietarios de viviendas en Francia se deberán enfrentar a las nuevas restricciones e imposiciones para alquilar inmuebles mal aislados. La normativa, que entró en vigor en 2023, se introducirá de forma gradual, con la intención de que los propietarios renueven dos tercios de un total de 37 millones de viviendas hasta 2050. Las reformas son necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que una tercera parte de las emisiones de carbono proceden de los edificios, que también suponen casi la mitad del consumo energético de Francia.