El dueño de los clippers es también el casero más racista de eeuu: “los negros huelen mal y los hispanos sólo saben emborracharse”

“los negros huelen mal y no son limpios. Los hispanos se pasan el día sentados fumando y emborrachándose. Hay que echarlos del edificio”. El autor de esta frase, que data de 2003, no es otro que donald sterling, el polémico propietario del equipo de la nba de los ángeles clippers, el mismo que esta misma semana ha protagonizado un escándalo racista al sugerirle a su novia, vanessa stiviano, que puede acostarse “con negros” pero que no los lleve “a ver mis partidos de baloncesto”

No es la primera vez que los comentarios xenófobos de sterling, al que hasta el mismísimo presidente de eeuu barack Obama ha llamado “ignorante”, llenan los titulares de los medios. Este abogado y magnate inmobiliario propietario de nada menos que 99 bloques de apartamentos de alta gama en los mejores barrios del sur de california –entre ellos, beverly hills y santa Mónica– tiene un largo historial de trato denigrante hacia las personas con un color de piel distinto al suyo

Hace una década ‘the housing rights center’, una ong que defiende la igualdad de derechos a la hora de acceder a una vivienda con independencia de la condición sexual, la raza o la religión, le demandó por emplear tácticas poco éticas para deshacerse de sus 19 inquilinos afroamericanos e hispanos. “Hay que echarlos, atraen a las alimañas”, llegó a ordenarle a su asistente, sumner davenport, según consta en los documentos judiciales del caso

Las obsesión del ‘casero’ sterling pasa por no tener afroamericanos ni mexicanos en sus más de 25 bloques de apartamentos de lujo en beverly hills. Da igual que fueran ricos, “dan mala imagen”, según su particular visión del negocio

Lo que no se sabe, al menos de momento, es si sterling tiene también reparos a que las personas de otras razas ocupen las lujosas habitaciones del hotel plaza de Beverly hills, también de su propiedad

Un pasado turbulento

Hijo de un comercial de productos agrícolas, donald s. Tokowitz cambió su apellido por sterling nada más licenciarse en derecho por la universidad estatal de california. Pensaba que un apellido ‘más judío’ le facilitaría el acceso a la élite de la profesión

Soñaba con ser un famoso abogado, pero sus pobres notas le cerraron el camino a los bufetes más prestigiosos. Ávido de dinero, abrió su propio despacho en 1961, especializándose en divorcios y casos de lesiones en accidentes de tráfico 

Sin embargo, su fortuna –que la revista forbes estima en 1.900 millones de dólares– proviene de sus negocios inmobiliarios. Por su modus operandi, en el sector le comparan con una hiena por su frialdad para alimentar su imperio con los ‘despojos’ provocados por las distintas crisis económicas y las desgracias de sus competidores

Su especialidad es comprar edificios a propietarios con el agua al cuello, embargados o en bancarrota. De hecho, presume de invertir un mínimo de 100 millones de dólares al año en inmuebles, “aunque no siempre puede encontrar suficientes propiedades”

Enemigo de trump

Sterling es uno de los magnates inmobiliarios más conocidos de la costa oeste gracias a la compra en 1981 del equipo de la nba de los ángeles clippers por 12 millones de dólares. A lo largo de sus tres décadas como dueño del hermano pobre de los lakers, ha conseguido disparar el valor del equipo hasta los 575 millones de dólares, situándolo por delante de clásicos como utah jazz, detroit pistons o filadelfia 76ers a pesar de no haber ganado jamás un campeonato

Sin embargo, su carácter irascible y su poco carisma no han permitido que sus logros empresariales reluzcan al mismo nivel que los de otros grandes ‘caseros’. De hecho, es conocido como ‘el otro donald’ por su rivalidad inmobiliaria y mediatica con donald trump

Excéntrico como trump, compro el edificio art decó de siete plantas que había construido en beverly hills louis mayer, cofundador de los estudios de cine metro goldwyng mayer, para convertir los dos últimos pisos en su oficina, el resto permanece vacío

En su afán por superar su archienemigo ha llegado incluso a contratar a uno de los mejores agentes de relaciones públicas de hollywood para mejorar su imagen, pero sus últimos deslices racistas con afroamericanos e hispanos –más de 100 millones de estadounidenses entre ambos grupos étnicos– han enterrado sus esperanzas de convertirse en el magnate inmobiliario más famoso del país