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“Ojo a Brasil y su efecto sobre las compañías que allí cotizan. Es una gran economía que está en la peor crisis de los últimos 25 años y eso tiene un impacto en nuestro mercado”. Con estas palabras arranca su valoración sobre los problemas del país carioca Pablo García, director general de Carax-Alphavalue.

La incertidumbre de nuevo está servida y, después de Grecia y China, ahora es Brasil quien acapara las miradas de los mercados financieros. Se trata de la mayor economía de Latinoamérica, un país estratégico para el negocio de muchas empresas españolas y que ahora está atravesando un momento complicado.

Su economía lleva ya tres trimestres consecutivos en recesión (en el segundo trimestre ha caído un 1,9%, el peor dato desde 2009) y los analistas no esperan que la recuperación llegue antes de 2017. Además, como recuerda Royal Bank of Scotland (RBS), la tasa de paro se ha disparado este año: ha pasado del 4,2% que marcaba en diciembre al 7,5% en julio. Además, la inflación se mantiene en un nivel muy elevado (el último dato se sitúa en el 9,5%) y el país está envuelto en un sinfín de escándalos de corrupción.

Caídas en bolsa, crédito más caro e impacto en las cuentas: así afecta la crisis brasileña a las empresas españolas
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La guinda del pastel ha sido la rebaja de rating que ha sufrido por parte de la agencia de calificación crediticia Standard&Poor’s, que ha retirado a la deuda brasileña el grado de inversión, situándolo al famoso nivel de ‘bono basura’. Una decisión que, según Link Securities, se ha producido por “el retraso de sus objetivos de déficit fiscal (Brasil registra un déficit del 0,5% del PIB, frente al superávit del 2% que tenía como objetivo), así como a las divisiones en el gabinete de gobierno respecto a la política fiscal".

La noticia, que ya estaba descontada por el mercado, ha profundizado la crisis del país y ha dejado la puerta abierta para que las otras dos grandes agencias (Moody’s y Fitch) bajen también la nota de su deuda. De producirse, y es lógico que suceda, aumentará el riesgo país brasileño y, por tanto, tendrá que pagar más intereses de lo habitual por financiarse en los mercados internacionales.

El trío de consecuencias

¿Y cómo afecta este escenario a las empresas españolas? Los expertos lo tienen claro: firmas como Telefónica, Santander, Mapfre o Gas Natural se enfrenan a caídas en bolsa, un coste de financiación más elevado para sus filiales e incluso hasta un impacto en sus propias cuentas de resultados.

“Para nosotros, las empresas del Ibex que más sufrirán la situación de Brasil son Telefónica, Santander, Mapfre, Abertis, Iberdrola, Gas Natural, ArcelorMittal, Indra, Abengoa, Gamesa y Dia. Todas tienen negocio allí, casi todas tienen activos en ese mercado e incluso algunas cotizan en su bolsa”, asegura la firma Renta 4.

De momento, los problemas brasileños se han dejado sentir en la cotización de los gigantes empresariales españoles. Las acciones de Telefónica se han desplomado un 5,5% en las últimas dos sesiones, mientras que las de Santander han retrocedido un 4,9%; las de Mapfre, un 3,8%: las de Gas Natural, un 4,4%; y las de Indra, un 3,32%. En cambio, entre jueves y viernes el Ibex se dejó algo menos de un 3%.

En apenas 48 horas, esas cinco empresas se dejaron en el parqué más de 7.700 millones de euros de valor de mercado (solo entre Telefónica y Santander perdieron más de 6.600 millones). Y lo peor es que muchos expertos vaticinan que habrá más descensos a corto plazo.

La segunda consecuencia de la crisis que vive el país presidido por Dilma Rousseff es que las empresas españolas ahora tendrán que ofrecer a los inversores internacionales un interés más elevado para obtener financiación como consecuencia del aumento del riesgo país brasileño.

¿La prueba? Apenas unas horas después de bajar el rating de Brasil, la agencia Standard&Poor’s bajó la nota de solvencia de la filial local de Banco Santander que, al igual que el país en el que opera, ya está en nivel ‘bono basura’. Esto significa que invertir en la firma es un acto más arriesgado que antes, lo que llevará a los inversores a pedir más intereses a Santander Brasil por prestarle dinero.

Pero puede que la consecuencia más drástica para las empresas españolas sea que las turbulencias en la mayor economía latinoamericana acaben reflejándose en sus propias cuentas de resultados. De hecho, no es tan complicado que suceda si tenemos en cuenta que en el primer semestre del año, Telefónica consiguió en este mercado casi el 25% de sus ingresos totales, mientras que un 20% del beneficio atribuido de Santander procede de allí. La entidad presidida por Ana Botín tiene en Brasil más de 31 millones de clientes, lo que le convierte en su segundo mercado más importante, solo por detrás de Reino Unido.

¿Y qué puede pasar en sus balances? Como asegura Ángel Pérez, analista de Renta 4, “la crisis brasileña puede ser un lastre para los resultados de los próximos trimestres. Es muy posible que en un par de trimestres veamos una ralentización de estas empresas, afectadas por las tensiones en el mercado y la devaluación de su divisa (el real brasileño)”.

Por último, no podemos olvidar que el escenario internacional sigue siendo complicado y que los problemas de Brasil son una pequeña parte de los focos de atención de los inversores. La posible subida de los tipos de interés en Estados Unidos, el crecimiento menor de lo esperado en la eurozona, la volatilidad en el precio de las materias primas y las dudas y escasa confianza que genera China también determinarán la evolución de las grandes empresas españolas.

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