
Las casas prefabricadas han tenido siempre el estigma de ser viviendas de mala calidad, poco duraderas, incómodas y feas. Una especie de solución ‘low cost’ para quienes no podían pagarse una casa de verdad. Sin embargo, con el paso de los años estas viviendas modulares han evolucionado hasta convertirse en una alternativa real a la construcción tradicional en diseño y calidad de los materiales, además de contar con la ventaja de acortar los plazos de entrega.
Te mostramos cinco ejemplos que demuestran que las casas prefabricadas no tienen por qué ser feas (y tampoco baratas):
Pre-fabricated Accessible Technology Home de Philippe Starck – de 400.000 a 2 millones de euros

autorizado

autorizado

autorizado

autorizado
DublDom por BIO-Architects – de 12.000 a 38.500 euros

autorizado

autorizado

autorizado

autorizado
HOMB por Method Homes – de 112.000 a 550.000 euros

autorizado

autorizado

autorizado

autorizado
The Breezehouse por Blu Homes – 450.000 euros

autorizado

autorizado

autorizado

autorizado
Vipp Shelter por Vipp – 500.000 euros

autorizado

autorizado

autorizado

autorizado
Artículo visto en
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta