¿Quieres aprender a hacer jabón casero y decorar tu vivienda con este indispensable? Sigue leyendo y toma nota de todos los pasos
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cómo hacer jabón casero
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¿Te gustaría aprender a hacer jabón casero de forma fácil y económica? En los últimos años, cada vez más personas optan por elaborar sus propios productos de higiene en casa, tanto por motivos ecológicos como para controlar los ingredientes que aplican sobre su piel. 

Preparar jabón casero no solo es una actividad creativa y sostenible, sino también una excelente manera de reutilizar aceites usados y reducir residuos. En este artículo te contamos, paso a paso, cómo hacer jabón casero con una receta sencilla, segura y perfecta para principiantes.

¿Qué materiales se necesitan para hacer jabón casero?

Antes de ponerte manos a la obra, necesitarás reunir todos estos ingredientes:

  • Aceite: Puede ser aceite vegetal reciclado (aceite de oliva usado para cocinar) o aceites nuevos, según el tipo de jabón que quieras (oliva, coco, almendras, etc.).
  • Sosa cáustica (hidróxido de sodio, NaOH): Es el agente imprescindible para saponificar los aceites, y se consigue en las droguerías.
  • Agua para disolver la sosa: Lo ideal es agua destilada o desmineralizada para que el jabón resulte más puro.
  • Recipientes resistentes al calor, como un cubo grande de plástico de alta densidad o bol de vidrio o acero inoxidable. No uses aluminio, ya que la sosa reacciona y lo corroe.
  • Batidora de mano: Facilita el mezclado hasta lograr la traza (la emulsión espesa de jabón).
  • Cuchara o espátula de madera para remover manualmente.
  • Moldes: Pueden ser moldes de silicona o bien utilizar un tupper pequeño para verter el jabón y dejarlo solidificar.
  • Balanza para pesar con precisión los ingredientes (especialmente la sosa y los aceites).
  • Guantes, gafas de protección y mascarilla: La sosa cáustica puede irritar gravemente la piel y los ojos, y al mezclarla con agua desprende vapores fuertes.
materiales para hacer jabón casero
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Hacer jabón casero paso a paso

El método clásico para hacer jabón sólido casero es la saponificación en frío de aceites mediante sosa cáustica. Se le llama “en frío” porque no necesitamos cocinar la mezcla; la reacción química ocurrirá a temperatura moderada y luego dejaremos que el jabón madure varias semanas.

Para que te hagas una idea de las cantidades de producto que necesitarás, puedes usar esta regla de tres: Para un 1 litro de aceite, se necesita una cantidad de 175 gramos de sosa cáustica y 450 mililitros de agua. 

  1. Preparar la solución de sosa en agua: Con los guantes, gafas y mascarilla puestos, vierte los 450 ml de agua en un recipiente resistente al calor. Añade ahora la sosa cáustica (175g) al agua, muy poco a poco y con cuidado. Ve removiendo suavemente con la cuchara de madera. Notarás que la mezcla se calienta. Cuando termines de echar toda la sosa, sigue removiendo hasta que se disuelva completamente en el agua. La solución resultante se denomina lejía cáustica.
  2. Deja enfriar la lejía cáustica: Tras disolver la sosa, deja reposar la mezcla hasta que baje de temperatura a unos 40 grados.
  3. Calienta el aceite: Mientras tanto, cuela el aceite usado que vayas a emplear (1 litro de aceite de oliva de fritura) para retirar impurezas. Viértelo en una olla de acero inoxidable y si está frío, caliéntalo ligeramente para que alcance también los 40 °C (tibio) e iguale la temperatura con la lejía cáustica. Si vas a combinar varios aceites, mézclalos primero y caliéntalos juntos.
  4. Mezcla el aceite y la lejía (saponificación): Ahora, vierte el aceite dentro del recipiente en el que tienes la mezcla y remueve con la espátula o cuchara de madera. Al inicio, mezcla manualmente con movimientos suaves, asegurándote de integrar bien ambos líquidos. Notarás que el aceite cambia de color (opaco) y textura al empezar a reaccionar con la sosa. Ahora, utiliza la batidora de mano: introdúcela en la mezcla (apagada al principio, para evitar salpicaduras) y luego enciéndela intermitentemente para batir. Ve alternando pulsos cortos de la batidora con intervalos removiendo manualmente, hasta que la mezcla adquiera consistencia de crema espesa.
  5. Añade aromas: Este paso es opcional, pero recomendado si deseas un jabón más aromático. Puedes agregar aceites esenciales: la cantidad recomendada es 30 g de esencia por cada 1 kg de jabón.
  6. Corta y desmolda: Hay quien lo deja en el mismo recipiente y hay quien lo echa en moldes para que coja la forma deseada. Después de un par de días, corta el jabón en trozos o desmóldalo.
  7. Proceso de curado: Lo recomendable son 4 a 6 semanas de secado en un ambiente ventilado. Durante este tiempo, el exceso de agua se evapora, el jabón se endurece y su pH alcalino irá bajando hasta un rango seguro (pH 7-8). Después de este tiempo, ya tendrás tu jabón casero listo para usar. 

Este jabón suele ser fuerte, ideal para limpieza del hogar, para las manchas de la ropa e incluso para higiene personal o lavar heridas, ya que posee propiedades exfoliantes y cicatrizantes.

jabón casero
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Recomendaciones para hacer jabón casero con sosa

Para que hacer jabón no resulte un peligro para la salud, es importante tomar ciertas medidas de seguridad, pues la sosa es altamente corrosiva (pH 14) y requiere manipularse con mucho cuidado:

  • Realiza el jabón en una terraza o zona muy bien ventilada para disipar los gases.
  • Ten vinagre blanco a mano, pues sirve para neutralizar rápidamente salpicaduras de sosa en la piel u otras superficies.
  • Por seguridad, mantén alejados a niños y mascotas mientras haces jabón, y tómate el tiempo necesario sin interrupciones.

¿Cómo hacer jabón casero con niños? 

Si te apetece hacer jabón de forma más simple, puedes usar una base de jabón de glicerina ya saponificada (se compra en droguerías).

El proceso consiste en fundir esa base y añadirle esencias y color. Es mucho más rápido y no requiere guantes ni tanta precaución al no utilizar sosa. Solo necesitarás glicerina, un recipiente, moldes, la fragancia o aceite esencial que vayas a utilizar y una cuchara para remover. Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Funde la base de glicerina: Coloca los trozos de glicerina en un recipiente resistente al calor. Puedes derretirlos en el microondas en intervalos cortos de 15-30 segundos o al baño maría sobre la cocina. Calienta justo hasta que se licúen, evitando que hierva la mezcla. Obtendrás un líquido transparente o blanquecino.
  2. Añade el color y el aroma: Una vez líquida la base, agrega unas gotas de aceite esencial de tu preferencia y, si lo deseas, unas gotas de colorante especial para jabón. Remueve suavemente para integrar todo homogéneamente. También puedes enriquecer el jabón con ingredientes como miel, leche de avena, pétalos secos, etc., siempre mezclando bien.
  3. Vierte la mezcla en los moldes: Prepara los moldes elegidos (puedes untarlos ligeramente con aceite vegetal para facilitar el desmoldado). Vierte con cuidado la glicerina líquida perfumada en los moldes, llevándolos hasta el nivel deseado. Posteriormente, deja la mezcla en reposo sobre una superficie nivelada.
  4. Enfría y desmolda: Deja que el jabón de glicerina se enfríe y endurezca por completo a temperatura ambiente. En general, en una o dos horas ya estarán sólidos. Una vez bien fríos, desmóldalos con cuidado. Ya puedes usar los jabones inmediatamente, puesto que la base de glicerina ya está saponificada.

Este método es muy adecuado para hacer con niños, ya que es sencillo, rápido y seguro. Los pequeños pueden escoger los moldes, los colores y disfrutar creando sus propios jabones.

hacer jabón casero para la lavadora
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¿Cómo hacer jabón casero para la lavadora?

Para hacer detergente para la lavadora, necesitarás un trozo de unos 100 gramos de jabón casero y, además:

  • 1 litro de agua
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • Vinagre blanco

Posteriormente, deberás seguir los siguientes pasos:

  • Ralla el jabón en una olla y disuélvelo en agua templada, removiendo constantemente hasta que se deshaga por completo.

  • Añade bicarbonato y sigue removiendo hasta que se disuelva. Este paso es opcional, pero recomendable, ya que potencia el poder limpiador del detergente.

  • Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente y échala en una botella reutilizable.

Ya estaría listo el detergente casero listo para poner una lavadora. Sin duda, una alternativa económica y sostenible.

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