Sareb tiene muy clara la hoja de ruta que quiere seguir a corto plazo. Sus planes pasan por vender los activos que tiene en cartera al mejor precio posible y seguir participando en la brutal reconversión que está viviendo el ladrillo.
Así lo ha confirmado el presidente de la sociedad, Jaime Echegoyen, en el marco de unas jornadas celebradas en Santander, donde ha descartado que vaya a derribar aquellos inmuebles que no logre colocar en el mercado próximamente.
Esta posibilidad, en cambio, sí que estaba contemplada en el plan de negocio que diseñó la compañía junto con sus accionistas (el Frob y el sector financiero) allá por 2012 para todos aquellos que no pudieran ser vendidos. Ahora, en cambio, la salida de esas viviendas invendibles será el alquiler social a través de las autonomías.
De momento, Echegoyen se muestra optimista y asegura que las ventas de este año están en línea con las obtenidas en los ejercicios precedentes. "Estamos vendiendo en torno a 25 inmuebles al día, por lo que estamos cerca de la media de 27 que hemos registrado desde nuestra fundación", ha recalcado.
La sociedad recuerda que a lo largo de 2016 se volcará en desarrollar de forma sólida el funcionamiento de los servicers y seguir creando herramientas de gestión valiosas. "No solo vendemos activos y pagamos deuda más intereses. Intentamos generar valor", ha añadido.
Entre los logros que ha conseguido desde que empezó a operar, Echegoyen destaca que la sociedad ha apoyado la reactivación de la actividad del mercado, ha servido de catalizador de la inversión extranjera en el sector, ha profesionalizado el ladrillo, ha impulsado la aparición de nuevos players y ha ayudado a mejorar la confianza sobre España y su economía.
Dentro de la reconversión del sector, Sareb recuerda que está invirtiendo en el desarrollo de suelos y en la puesta a punto de edificios de viviendas que heredó sin terminar. De hecho, calcula que podrá poner en el mercado en los dos próximos años cerca de 2.000 vivendas.
Más subidas de precios y cerca de beneficios
Sareb vaticina que los precios de los activos inmobiliarios van a seguir al alza, aupados por una elevada demanda y una escasez de oferta. "El sector inmobiliario ha tardado en despertarse pero lo ha hecho con claridad. Hay volúmenes distintos entre las diferentes regiones españolas, pero la demanda es sólida. Estamos en un momento muy dulce y en la medida en que las rentabilidades de los activos financieros sigan bajas y la bolsa siga siendo víctima de la volatilidad, el ladrillo seguirá siendo una opción de inversión", ha puntualizado.
Las proyecciones de Echegoyen también apuntan a que, si se mantiene el brío económico y el atractivo del ladrillo para los inversores, su cuenta de resultados podría abandonar pronto los números negativos. "Nuestra tarea no es fácil. Nos quedan 11 años y medio para dejar nuestra cartera a cero y heredamos una cantidad muy importante de activos, el doble de lo que recientemente ha pagado Microsoft por LinkedIn. Y, aún así, deberíamos dejar de perder dinero en 2017 y estar más cerca del objetivo de devolver a los accionistas 6.000 millones de euros cuando se liquide la sociedad en 2027", ha confesado.
Rechazo a la propuesta de Podemos
Echegoyen también se ha mostrado reticente con una de las propuestas que plantea Podemos en su programa electoral para el 26J. En el documento, el partido político liderado por Pablo Iglesias propone reconvertir las funciones de Sareb y usar la sociedad como una plataforma de alquiler social.
En este sentido, el presidente de la compañía ha recordado que su nacimiento contó con la bendición de Bruselas (por tanto, tiene un carácter supranacional), por lo que un potencial cambio debería contar con la aprobación del Congreso de Diputados y con el posterior visto bueno de Europa. Algo que descarta completamente.
Por si fuera poco, recuerda que, en el momento de su fundación, Sareb emitió más de 50.000 millones de euros de deuda avalada por el Estado, de los que aún debe devolver cerca de 43.000 millones de euros.
"Estamos pagando religiosamente nuestra deuda y no podemos ignorar que aún alcanza 43.000 millones. Esta cantidad supone aproximadamente un 4% del PIB, por lo que representamos un 4% de la deuda pública total de España o un 4% del déficit público si lo medimos con esa variable", explica Echegoyen. Esto significa que, de llevarse a cabo un cambio, el déficit público de España pasaría del 5% actual al entorno del 9%, justo el nivel en el que se encontraba a en 2011.
1 Comentarios:
"Sareb vaticina que los precios de los activos inmobiliarios van a seguir al alza, aupados por una elevada demanda y una escasez de oferta"
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