La vida de christian gheorghe es un paradigma del denominado “sueño americano”. En 1990 dejó Rumanía, su país natal, y se embarcó hacia estados unidos sin saber inglés y con tan solo 26 dólares en el bolsillo. Vivió en un albergue juvenil y trabajó como conductor de limusinas, pero hoy vive en california y es millonario. Entre sus negocios redondos se encuetra vender una de sus ‘start-up’ tecnológicas por la friolera de 500 millones de dólares (363 millones de euros). Una vida de película
Hoy en día es el fundador y consejero delegado de tidemark, una herramienta informática en la nube para optimizar la gestión de datos de una empresa. Un sueño que da comienzo en la rumania comunista de ceaucescu, donde se ganaba la vida como vendedor de discos, lo que le hizo interesarse por el inglés gracias a grupos como pink floyd, tal y como revela en una entrevista con business insider
Cuando tuvo ahorrado un dinero, lo empleó para comprarse con el equivalente a un año de sueldo un ordenador commodore 64 ante el estupor de sus amigos. Esto le sirvió para iniciarse en la programación en su intento de piratear juegos para el ordenador. Esa pasión le llevó a graduarse en ingeniería mecánica en la universidad de bucarest con especialización en informática.un título que al llegar a eeuu -justo al final de la etapa comunista-, no le convalidaron y le tocó empezar de cero
En su primer empleo en eeuu como conductor de limusinas conoció a andrew saxe, propietario de una consultora de software que sí supo reconocer su talento y lo contrató hasta convertrirlo en su socio. Ambos crearon ‘experian’, una de las primeras empresas de tratamiento y análisis de datos
Tras esa firma, lanzaron ‘tian’, también del mismo sector, y se aliaron con ‘outlooksoft’ que a su vez fue comprada por la multinacional ‘sap’ por 500 millones de dólares, lo que disparó la popularidad de gheorghe. Tras esta venta creó su nueva idea, tidemark, una aplicación intuitiva, pensada para tabletas o smartphones, almacenamiento en la nube y que en apenas 18 meses logró ingresos por valor de 45 millones de dólares (33 millones de euros). Un ejemplo de que, con persistencia y confianza, cualquier sueño es posible. Sin importar lo lejos que estés o lo complicada y alocada que parezca la empresa
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