En los primeros tres meses de 2002 la construcción de vivienda nueva en España ha sufrida una sensible desaceleración que los promotores ya anticipaban hace tiempo. En marzo se iniciaron un 11% menos de viviendas libres que en el mismo periodo del año anterior: 107.429 unidades, 13.000 menos que en 2001 para el secretario general de la asociación de promotores y constructores de España (apce), Manuel martí, la escasez y la escalada de precios que ha experimentado el suelo (el principal coste de producción) en los últimos años ha obligado a numerosas empresas a tomar una posición de prudencia. Algunos expertos señalan que "existe el peligro de destrucción de la bolsa de demanda que todavía existe al no poder comprar unos inmuebles cada vez más inaccesibles, tanto nuevos como de segunda mano"
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