Los nuevos y los futuros miembros de la unión europea experimentan ahora una situación que España vivió hace 20 años. Y las empresas españolas pueden volcar su experiencia en estos países, según reflejan los últimos datos del registro de inversiones exteriores de la secretaría de estado y de comercio. El principal destino de las inversiones españolas en el extranjero es la unión europea (ue), receptora del 74,1% del total. Esta cifra se debe, en gran medida, a la apuesta por los nuevos miembros de la ue, especialmente la república Checa y Hungría. La aventura internacional de las promotoras españolas se asienta en la experiencia del 'trabajo bien hecho en España', como destaca el estudio planner asprima, "la madurez del mercado nacional, la liquidez generada en el proceso de auge, la intensificación de la competencia y el incremento del tamaño de los grupos españoles han impulsado a las empresas a buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras", siendo los países emergentes de la ue la mejor apuesta
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