La banca privada, como el sch (a través del royal bank of scotland), credit suisse first boston (csfb) y el banco urquijo entre otros, está valorando la posibilidad de crear sus propias divisiones de consultoría en el mercado inmobiliario. En la práctica, esto supondría que las entidades financieras comenzarían a plantar cara a prestigiosas firmas como cbre, healy&baker, roan, aguirre&newman o jones lang lasalle y entrarían a competir por la sabrosa tarta inmobiliaria. El mercado de la consultoría inmobiliaria se ha convertido en objeto de deseo de la banca porque los clientes con elevado patrimonio tienen cada vez más intereses inmobiliarios, por lo que una división de consultoría encaja perfectamente en la banca privada, al ofrecer a sus clientes un asesoramiento que estos no tendrían ningún inconveniente en pagar. Además, muchos usuarios de la banca privada han cosechado malos resultados en los últimos años en la bolsa, así que están buscando nuevos sectores en los que invertir con un mínimo de seguridad
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