La generalitat valenciana ha desafiado a las instituciones europeas al aprobar la ley urbanística valenciana (luv) sin ajustarse a las recomendaciones de la comisión europea, según ha denunciado la oposición. El grupo de gobierno aprobó en solitario, gracias a la mayoría absoluta del partido popular, la norma que deroga la polémica ley reguladora de la actividad urbanística (lrau), cuestionada por el parlamento europeo y la comisión. Desde la generalitat se habla de informes europeos contra el gobierno valenciano que dan pábulo a las denuncias de "grupos de presión europeos" y de favorecer los intereses económicos de otros países para aclarar que bruselas debe respetar las decisiones que se toman en el parlamento valenciano. La oposición, en cambio, explica su voto en contra de esta ley por la falta de transparencia y "casos de corrupción confirmados o sobre los que existen sospechas" del urbanismo en la comunidad. El diputado verde carles arnal se mostró convencido que la ue volverá a "darnos un tirón de orejas porque la luv no cumple las demandas europeas"
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