El golf ha impulsado en los últimos tiempos un turismo de medio-alto nivel que ocupa de forma regular el periodo considerado como temporada baja en las localidades costeras y se ha consolidado como una opción de inversión. "La vivienda en costa y específicamente el producto de golf ofrece una enorme seguridad a la inversión por la posibilidad de alquiler del inmueble incluso fuera de temporada", explica Vicente rubio, director de aguirre newman costa según Ricardo arranza, presidente de la asociación de promotores de turismo residencial, "cada vez son más los aficionados al golf que adquieren una vivienda en un complejo residencial con campo propio o en las inmediaciones, al igual que está sucediendo con otros deportes como la vela y la hípica". La oferta se centra especialmente en la costa andaluza, mallorca, Canarias o levante, aunque el fenómeno no es solamente costero
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