La pelea por el Eurovegas de Hard Rock en Salou precipita las elecciones catalanas

El president Pere Aragonès (ERC) ha anunciado el adelanto de las elecciones autonómicas catalanas al próximo 12 de mayo tras el voto en contra del Parlament a su proyecto de presupuestos. La falta de apoyo de los comunes ha sido clave para perder por un solo voto. El partido integrado en Sumar exigía tumbar el megacomplejo turístico con casino estilo Eurovegas en Salou (Tarragona). ERC y PSC acordaron seguir con los trámites de un proyecto que lleva sobre la mesa desde 2012.

Hay que remontarse 14 años, bajo el mandato de Artur Mas, para conocer este macrocomplejo de hoteles y casinos, inicialmente conocido como BCN World. El proyecto ha sufrido muchas modificaciones y también ha pasado por los tribunales. En 2016, el Departamento de Economía de la Generalitat dio el visto bueno al proyecto, a la espera de inversor. En 2018, se reactivó cuando la compañía estadounidense Hard Rock ganó la explotación de los terrenos en Salou (Tarragona) junto al parque Port Aventura.

Hard Rock proyecta una inversión de 700 millones de euros para utilizar los 745.000 m2 de terreno en edificios dedicados al turismo, el ocio y el juego, con varios casinos, bautizado como Hard Rock Entertainment World, que podría contratar a casi 2.180 trabajadores directos. Toda una promesa al más puro estilo Eurovegas, que estuvo cerca de aprobarse en Madrid, bajo la presidencia de Esperanza Aguirre.

Se encontraría entre los casinos más grandes de Europa, con un hotel de 75 metros de altura, a imagen y semejanza de los que se encuentran en Las Vegas o Macao.

Durante la negociación parlamentaria de los presupuestos, el megacomplejo turístico volvió a estar sobre la mesa. Está cerca de publicarse el informe ambiental dentro del plan urbanístico de la zona, que ya tuvo que modificarse por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y que pondría en marcha el reloj para sacar adelante el proyecto.

Los socialistas pedían seguir con los trámites urbanísticos, para apoyar los presupuestos, pero los comunes, por su parte, exigían tumbar el proyecto para contar con sus votos a favor. ERC gobierna en minoría, tras la salida de Junt del Gobierno, con solo 33 diputados. Con los mismos escaños cuenta el PSC (33), que lleva sosteniendo al Ejecutivo de Pere Aragonès desde entonces, por lo que para llegar a la mayoría necesaria de 68 votos necesitan el apoyo de otro partido. Hasta ahora, los comunes, con ocho diputados, eran socios preferentes, pero finalmente no han apoyado los presupuestos. Tocará votar el 12 de mayo.