La pobreza crece en 2013 por sexto año consecutivo en eeuu. Los datos que maneja el irs, hacienda estadounidense, son alarmantes: casi la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza o está a punto de hacerlo. Además, la oficina del censo asegura que al menos dos millones de familias de cuatro o más miembros sobreviven con menos de dos dólares al día
El paro y la escasez de subsidios no ayudan a mejorar la situación, por los que muchos estadounidenses en apuros han decidido convertir su cuerpo en una especio de cajero automático biológico para tratar de vivir al día y pagar los recibos. Pelo, leche materna, óvulos u órganos como riñones, todo vale con tal de ingresar unos cientos de dólares
Según la web de compraventa de cabello buyandsellhair.com, tener una buena melena, y no tener prejuicios para dejársela cortar, puede reportar entre 100 y 1.500 dólares. Esa es única salida que encontró april hare. A sus 35 años, esta mujer de atlanta llevaba 24 meses en paro. Carecía de ingresos y un día se acordó de la novela ‘mujercitas’ y como una de sus personajes vendía su pelo
“Siempre he tenido mucho pelo, pero hasta ahora nunca había pensado en venderlo”, ha confesado a la web económica bloomberg.com esta madre de dos niños que colgó una imagen de su pelo en buyandsellhair.com pidiendo al menos 1.000 dólares. Apenas tardó unas horas en encontrar un comprador que pagase más de lo que pedía inicialmente
Además, esta joven madre también vende leche materna y óvulos para tratar de salir adelante hasta que la coyuntura económica le permita encontrar un trabajo. En el caso de la leche materna, medio litro puede reportarle entre 17 y 85 dólares, mientras que con la donación de un óvulo puede conseguir hasta 8.500 dólares
Hasta ahí las opciones legales más comunes. Sin embargo, algunos estadounidenses más desesperados que april hare han traspasado la frontera de la legalidad vendiendo órganos en el mercado negro, a razón de 15.000 dólares por riñón y 37.000 dólares por parte del hígado de un donante vivo, según un estudio elaborado en la universidad de chicago por el premio nobel de 1992 gary becker
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