En los últimos nueve años el sector inmobiliario ha marchado a todo tren en España, dando como resultado un aumento del 130% en los precios de los pisos en términos reales (descontando el ipc), según el último boletín del banco de España. El número de hogares en este periodo aumentó de forma más rápida que la población y la entidad financiera cree que es debido a la intensa creación de empleo, la gran reducción del paro y al aumento de las rupturas matrimoniales. Este último factor provoca un desdoblamiento de los hogares y contribuye a la mengua de su tamaño medio (en número de miembros). De acuerdo con los datos del consejo general del poder judicial, el número de divorcios superó los 130.000 en 2004, lo que supone un alza del 43% en relación con 1998. El órgano supervisor cree que "también es posible" que el envejecimiento de la población, la mayor esperanza de vida y la menor dependencia del núcleo familiar de los ancianos ha contribuido a aumentar el número de hogares y, con ello, la demanda de vivienda
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