Hay lugares que parecen pensados para escapar del mundo sin salir del mapa. Uno de ellos es la Cala de los Frailes, una pequeña joya escondida en la costa del País Vasco que, pese a su salvaje belleza, sigue siendo un secreto bien guardado.
De aguas frías y cristalinas, rocas que esconden vida marina y una atmósfera de desconexión total, esta cala es perfecta para quienes buscan poner a prueba sus cinco sentidos: aquí se viene a bucear, a descubrir y a respirar mar en estado puro.
Un rincón paradisiaco en el País Vasco
La Cala de los Frailes, también conocida como Playa de los Frailes o Asturiaga, se encuentra situada en el País Vasco y, más concretamente, en el municipio de Hondarribia, perteneciente a la provincia de Guipúzcoa. Se encuentra, por tanto, muy cerca de la frontera norte con Francia, lo que la convierte en un enclave muy interesante para visitar este verano.
Sin duda, una de las grandes ventajas de la Cala de los Frailes es que, incluso en temporada alta, suele encontrarse poco concurrida, algo que se ha convertido en un verdadero lujo para muchos amantes de las zonas costeras. Se trata, además, de una playa de dimensiones reducidas, con unos 30 metros de ancho y 62 metros de largo.
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Gran parte de su encanto reside en su relativamente difícil acceso, así como en su entorno rocoso y la dureza de sus aguas. Su oleaje es frecuentemente intenso y también suele ser escenario de fuertes vientos.
Por eso, si prefieres las largas playas de arena clara y aguas tranquilas, tal vez esta cala no sea tu primera opción: en Cala de los Frailes encontrarás un enclave perfecto para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión y esplendor, con todo lo que ello implica.
Buceo, naturaleza salvaje y libertad en la costa
La Cala de los Frailes es conocida por la belleza de sus fondos marinos, lo que la convierte en un lugar ideal para practicar buceo. Según la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI), este es el punto de inmersión más visitado de la costa de Hondarribia: "Es la zona más protegida que hay por el contorno", ideal para principiantes, cursos, bautizos e inmersiones nocturnas gracias a su cota de profundidad, de entre -5 y -16 metros.
Si eliges este enclave para practicar buceo es probable que te cruces con pulpos, cabrachos, holoturias, erizos, estrellas de mar y, descansando debajo de las lajas ocultándose con la arena, hermosos torpedos. Un poco raro es avistar tiburones, ballenas, delfines o tortugas. Asimismo, no es casualidad que se trate de una de las 50 mejores inmersiones de España.
Además, debe saber que la Cala del Fraile es una playa nudista, por lo que no será raro encontrar a más de una persona desnuda. Aunque nada te obliga a sumarte, es importante ser respetuoso con esta práctica.
Ten en cuenta también que la playa está compuesta principalmente por cantos y piedra. Por eso, es conveniente acudir con el calzado adecuado, incluyendo una suela antideslizante para evitar heridas y caídas.
Por último, dar un paseo por el Hondarribia es un imprescindible en tu visita: esta pequeña ciudad constituye un enclave esencial en la historia bélica de nuestro país, al ubicarse en la desembocadura del Bidasoa y en plena frontera con Francia.
¿Cómo llegar a la Playa de los Frailes?
La cala se encuentra muy cerca del Monte Jaizquíbel y el Faro de Higer, a medio camino entre esta zona y el puerto de Hondarribia. Se trata del punto más oriental de la costa cantábrica dentro de las fronteras españolas.
Llegar aquí no lleva demasiado tiempo, ya que se encuentra muy cerca del Camino o Carretera al Faro de Higer. Si aparcas en esta zona, bastarán unos pocos minutos para llegar a la playa a pie, aunque debes tener en cuenta que el camino no cuenta con acceso para discapacitados ni se encuentra demasiado preparado para el público.
Otra posibilidad es recorrer a pie el sendero que va desde el Faro de Higer hasta la playa (unos 15 minutos).
Si sales desde Hondarribia, también puedes dar un paseo desde su puerto pesquero: en el camino te cruzarás con atracciones tan interesantes como el Castillo de San Telmo o Castillo de Higer.
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