España muestra sus primeros síntomas de agotamiento como destino turístico. Según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en julio llegaron a los principales destinos turísticos de España 9,97 millones de viajeros, lo que supone un descenso anual del 4,9%. Se trata del descenso más importante en ese mes desde 2009.
Las tensiones políticas en España y el trasvase de turistas británicos y alemanes hacia otros destinos, como Turquía, Túnez y Egipto han sido algunos de los factores que han impactado en esta caída de visitantes al país.
La primavera árabe en Túnez en 2011, las revueltas sociales y los atentados terroristas en Turquía hicieron que el turismo europeo optó por escoger destinos seguros y entre ellos destacó España. Entre 2010 y 2017, la entrada de turistas extranjeros creció un 55,5% pasando de 52,6 millones de viajeros en 2010 a 81,8 millones en 2017, marcando un récord en la historia del país.
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