Hasta ahora habíamos visto varios proyectos y modelos de casas impresas en 3D, una tecnología que solo ha empezado a asomar la cabeza en el mercado. Sin embargo, poco se sabía sobre sus inquilinos, puesto que de momento todas las construcciones eran prototipos. Recientemente una familia de cinco personas se ha trasladado a una vivienda social en Francia construida por un brazo robótico y tecnología de impresión 3D. Según el Ayuntamiento de Nantes, es la primera vivienda de este tipo en ser habitada en el mundo.
Un proyecto y una familia pioneros
Nardine y Nouria Ramdani, de 45 y 35 años respectivamente, se han convertido en unos pioneros a nivel mundial. La pareja francesa entró a vivir a finales de junio en esa vivienda impresa en 3D con sus tres hijas absolutamente emocionados por la oportunidad. “Cuando me llamaron para decírmelo, no les creí”, ha asegurado Nouria. Lo cierto es que fueron la tercera familia de la lista de espera en ser contactados por el Ayuntamiento de Nantes, lo que nos revela que esta tecnología aún despierta cierta desconfianza entre la sociedad.
Otras dos familias optaron por rechazar la experiencia única de ser los primeros inquilinos de una casa impresa en 3D, ya que veían la vivienda demasiado inusual. Nordine, que es operador de grúas, había oído hablar del proyecto Yhnova, una vivienda social promovida por el Ayuntamiento y la Universidad de Nantes que sería íntegramente levantada por una impresora 3D robótica (la BatiPrint3D) usando tecnología por fabricación aditiva. Lo que Nordine no esperaba es que finalmente fuese su familia la elegida para habitar aquella casa de 95 metros cuadrados con forma de ye.
“Es un honor, ¡esta casa es una estrella de rock!” explicaba Nordine, visiblemente emocionado con su nueva etapa vital. No exagera el francés, se trata de un domicilio nada común lleno de peculiaridades. La más chocantes es que casi no cuenta con esquinas: todas las paredes de la casa tienen una forma curva, como si la estructura estuviera hecha de una sola pieza. La vivienda, de cuatro habitaciones, está creada a partir de un material polimérico que la dota de un aislamiento privilegiado. Por si fuera poco, está equipada con múltiples sensores que monitorizan la calidad del aire, la humedad, la temperatura y la acústica.
Gracias a este material, esta familia francesa podrá reducir considerablemente el gasto en energía necesaria para calentar o enfriar la vivienda en distintas épocas del año. Nardine y Nouria además podrán estar al tanto del estado del edificio gracias al sistema de sensores, lo cual les ayudará a ahorrar en todo tipo de facturas a largo plazo.
El hecho de que las paredes sean curvas también tiene que ver con el ahorro de costes de construcción. Según Benoît Furet, diseñador de la Universidad de Nantes, han conseguido gastar un 30% de energía menos haciendo que el robot depositase el material formando aberturas en los muros en lugar de ángulos rectos.
Esta modelo de construcción por lo tanto no es supone un modelo más económico, sino más ecológico. La estructura de la casa fue construida en apenas 54 horas. Aunque la obra no se finalizó hasta cuatro meses después, el tiempo en el que tardaron los trabajadores humanos en completar la casa con puertas, ventanas, el interior y el tejado.
De momento, esta familia de Nantes se ha mostrado muy emocionada por la oportunidad de vivir en una casa construida con tecnología puntera y el día de su llegada no podían ocultar su entusiasmo ante las cámaras de la BBC. “Los niños no paran de correr de un lado a otro, les gusta una habitación y la otra, y la otra también…”, explicaba Nouria Ramdani. El Ayuntamiento de Nantes seguirá muy de cerca la adaptación de los Ramdani para ver qué aspectos pueden mejorar y si la experiencia es realmente positiva como para aplicarla en próximos proyectos, no solo de casas sino de edificios públicos.
Holanda, la próxima en la hoja de ruta 3D
Se trata del primer proyecto de este calibre, pero no del único. En la hoja de ruta de los hogares impresos en 3D, la pequeña ciudad holandesa de Eindhoven será la próxima en dar cobijo a familias a través de esta tecnología. El proyecto, que ha sido bautizado como Milestone, es un poco más ambicioso que el de Nantes, ya que contará con cinco casas y algunas tendrán hasta tres pisos. Todo un desafío tecnológico, llevado a cabo entre la Universidad de Eindhoven y distintas instituciones públicas y privadas, que verá la luz a finales de año.
Cada casa tendrá una configuración diferente, con la idea de que cada cliente pueda tener una vivienda única pero también de que la universidad pueda probar con distintos planteamientos y materiales.
Gracias a la impresión 3D, cada inquilino podrá añadir o quitar elemento a su gusto, además de elegir la distribución de las habitaciones y las partes de la casa de una forma sencilla. Por su parte, desde la Universidad quieren que las casas se levanten completamente con hormigón impreso, uno de los materiales poco utilizados en el sector de la impresión 3D de momento.
El agente inmobiliario del proyecto Milestone asegura que ya hay 20 clientes interesados en comprar una de las cinco prometedoras casas de Eindhoven. Mientras tanto, el proyecto de Nantes es muy importante para todo este sector emergente que quiere demostrar que su tecnología no solo es más económica y ecológica, sino también perfectamente habitable y cómoda. Sin duda, dos pruebas de fuego para la tecnología de impresión 3D aplicada a la construcción.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta