Los corrales de comedias fueron teatros populares en España durante los siglos XVI y XVII. En realidad, y a pesar de la importancia que llegaron a alcanzar, los corrales de comedias eran construcciones muy sencillas y funcionales, con una única planta y una disposición circular o rectangular, en la que se situaba el escenario en uno de los extremos y el graderío en el resto del espacio. Como se trataba de una actividad muy popular, esa sencillez en el diseño, hacía posible acomodar a grandes cantidades de espectadores. La gran popularidad del teatro en esta época hizo que los corrales de comedias proliferaran por todo el país y fueron muchas las ciudades que contaban, al menos, con uno de ellos, como Madrid, Sevilla, Toledo, Valencia y Granada.