Love2 House tiene apenas 19 m2, se encuentra en el distrito de Bunkyo y es un proyecto del arquitecto japonés Takeshi Hosaka
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El arquitecto japonés Takeshi Hosaka ha llevado el concepto de minicasa al extremo con el proyecto Love2 House, una vivienda de apenas 19 metros cuadrados en Tokio.
Love2 House Koji Fujii Nacasa

Las minicasas, también conocidas como “tiny houses”, han pasado de ser una tendencia alternativa a convertirse en una respuesta real a los problemas de espacio de las grandes ciudades. En Tokio, por ejemplo, donde el suelo escasea y los precios se disparan, esta pequeña arquitectura ofrece soluciones funcionales y nuevas oportunidades creativas para repensar el hogar.

Esto se debe a que estos espacios compactos obligan a una planificación cuidadosa, a priorizar lo esencial y a convertir cada metro cuadrado en un ejercicio de ingenio. Así lo vio el arquitecto japonés Takeshi Hosaka, que llevó este concepto al extremo con el proyecto Love2 House, una vivienda de apenas 19 m2.

Todo su exterior, tanto las paredes planas como en sus techos curvos, está recubierto con paneles de aluminio galvanizado.
Exterior Koji Fujii Nacasa

Un reto convertido en oportunidad

La historia de esta casa viene de lejos, de cuando el arquitecto y su esposa se mudaron a Tokio tras vivir una década en Yokohama. La casa se llamaba Love House y contaba con solo 38 m2.

La necesidad de estar más cerca de su trabajo en la Universidad de Arte y Arquitectura de Waseda le llevó a adquirir una diminuta parcela de solo 31 m2 en el distrito de Bunkyo. Allí nació Love2 House, una continuación del proyecto vital de la pareja, pero en una escala aún más reducida.

Como se puede imaginar, el mayor desafío del proyecto fue conseguir un espacio no asfixiante en una superficie tan reducida. Para ello se inspiró en las antiguas villas romanas, donde se daba gran importancia a los espacios dedicados al estudio, la música, el teatro o el baño. Hosaka quiso trasladar esos principios al pequeño hogar, incorporando actividades que él y su esposa valoran especialmente: comer juntos, leer, bañarse a diario y escuchar discos de vinilo.

Una gran puerta corredera que abre la sala principal hacia la calle, integrando el interior con el exterior.
Puerta corredera al exterior Koji Fujii Nacasa

Para él, “este concepto me llevó a dibujar el boceto de dos techos curvos abiertos al cielo”. Esta solución resolvía tanto los problemas funcionales como los estéticos. Así, durante los tres meses en invierno, la casa no recibe luz solar directa, de modo que las dos claraboyas permiten el paso de una luz suave en esa estación y, en verano, inundan el interior con una luminosidad vibrante que recuerda a climas tropicales.

Los techos fueron diseñados para integrarse en el paisaje urbano. En sus bordes inferiores presentan una línea plana que respeta la estética de los edificios vecinos, pero se curvan de manera progresiva hacia arriba, generando aperturas arqueadas. En el exterior están recubiertos con paneles de aluminio galvanizado, mientras que en el interior se mantiene el hormigón armado a la vista, logrando un ambiente unificado y coherente.

Interior compacto y abierto

Pese a su tamaño, Love2 House sorprende por la amplitud visual que generan sus techos inclinados y el cuidadoso uso de la luz. Siete tabiques estratégicamente dispuestos dividen el espacio en las diferentes estancias: cocina, comedor y dormitorios, sin sacrificar la sensación de continuidad.

Siete tabiques estratégicamente dispuestos dividen el espacio en las diferentes estancias: cocina, comedor y dormitorios, sin sacrificar la sensación de continuidad.
Distribución continua Koji Fujii Nacasa

La clave está en la conexión entre interior y exterior, lograda mediante las claraboyas y una gran puerta corredera que abre la sala principal hacia la calle. Cuando esa puerta se desplaza, la casa se integra literalmente con el paisaje urbano y la proximidad a la carretera transforma el comedor en una extensión de la acera, por lo que no es raro que los transeúntes se detengan a conversar con la pareja mientras disfrutan de una comida.

Este contacto cotidiano refuerza la filosofía de Hosaka, que entiende “la vivienda no solo como un refugio privado, sino también como un punto de encuentro con la comunidad”.

Las dos claraboyas permiten el paso de una luz suave en invierno, que se vuelve vibrante en verano.
Luz Koji Fujii Nacasa

En el interior la protagonista es la sencillez. El hormigón a cara vista aporta cohesión y la altura de los techos aumenta la percepción espacial. No hay nada al azar, todo está pensado para que la vida fluya, desde la disposición del comedor hasta la organización de los dormitorios, pasando por los espacios destinados a las pequeñas rutinas que definen el bienestar de la pareja.

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