El negocio de los virales de Internet o cómo el dueño del ‘Grumpy Cat’ ha ganado 100 millones en dos años

A sus 28 años y trabajando como camarera en el Western Trails Ranch de Arizona, Tabatha Bundesen jamás soñó con convertirse en millonaria. Sin saberlo, su suerte cambió el 4 abril de 2012, cuando nació en su casa Tardar Sauce, un gatito con enanismo felino que le hacía parecer enfadado todo el tiempo. Bundesen decidió subir un vídeo de su mascota a YouTube y así nació el fenómeno viral del ‘Grumpy Cat’, que en menos de dos años le ha reportado a su dueña ingresos de más de 100 millones de dólares.

Y es que  los vídeos del ‘Grumpy Cat’ llevan más de 16 millones de reproducciones en Internet. Además, este gatito cabreado es un autor de best-sellers –su libro se ha traducido a 15 idiomas–, una estrella televisiva y acaba de rodar su primera película. Y, por si no fuera suficiente, su divertido gesto contrariado se ha colado en casi todo tipo de ‘merchandising’, de camisetas a tazas pasando por peluches y bebidas de café.

Aunque el caso del ‘Grumpy Cat’ no es único, quizá si es el más rentable. Hace no mucho conocíamos que el rapero surcoreano Psy había ganado nada menos que 8 millones de dólares sólo por la publicidad de los millones de reproducciones que su vídeo ‘Gangnam Style’ había tenido en YouTube. La conocida como ‘canción que rompió Internet’ lleva casi 2.200 millones de visionados.

Menos jugosos son los ingresos de los Davies-Carr. Esta familia británica ha ganado algo más de medio millón de dólares desde 2007 con un simple vídeo doméstico de apenas un minuto en el que un bebé mordía en el dedo a su hermano mayor. El simpático clip 'Charlie bit my finger' se convirtió en el primer gran viral de Internet y acumula ya más de 800 millones de reproducciones.