Víctor López, consejero delegado de newlar.com, desvela en la web ideasenlared.com una anécdota real vivida el pasado verano toda una serie de comportamientos que no debes tener si quieres alquilar tu casa. López fue a visitar un piso en la calle Arturo Soria nº 45 (Madrid) que le interesaba para vivir de alquiler y se encontró con una sucesión de hechos dignos de una parodia y que por supuesto provocaron el fracaso de la operación
1) lo primero que tuvo que hacer López es llegar al piso, algo nada fácil ya que se entraba por una calle perpendicular y no por la principal, un extremo que nadie advirtió al interesado. De haber sido otra persona menos insistente, el negocio se habría acabado ahí ya que no todo el mundo tiene la misma paciencia. Y es que siempre tenemos que ayudar lo más posible al interesado en nuestra vivienda
2) el segundo tropezón fue que la aparente propietaria de la casa que no se identificó, con lo que a López siempre estaba dudando sobre si era la casera o un agente inmobiliario. Según el anuncio de la casa en idealista.com, se trata de una asesora inmobiliaria, pero nunca se identificó como tal en otro error de bulto, ya que siempre tenemos que dejar claro al interesado qué clase de interlocutor somos (propietario o intermediario)
3) el tercer tropezón del día fue el recibimiento de la asesora, sin tender la mano ni saludar, provocando un entorno demasiado frío y rígido poco propio para cerrar operaciones. Por si fuera poco, atendíó y discutió acaloradamente por su teléfono móvil, por lo que la situación era tremendamente incómoda
4) la agente no sabía ni entrar a la vivienda. Primero lo intentó por el garaje, luego por la puerta principal y una vez en la planta de la vivienda, la mujer no se había molestado en saber a ciencia cierta cuál era el piso a alquilar, con lo que metió la llave en tres cerraduras distintas, con el consiguiente perdón a los vecinos que salieron de sus casas asustados por el suceso
5) el piso estaba bien, pero la presentación del mismo no era la idónea. En primer lugar la agente no destacó algunos puntos muy positivos (como el aire acondicionado) y no tuvo el cuidado de saber el estado de la vivienda, que aún tenía en el dormitorio pertenencias del anterior inquilino
6) como no podía ser de otra forma, el momento de hablar del precio también estuvo rematado de una mala gestión del conflicto. A López le parecía elevado su mensualidad de 800 euros. Al comentárselo, la agente, sin mediar palabra, le indicó la puerta de salida y puso como argumento que se trataba de una finca señorial
29 Comentarios:
Titular: "cosas que no debes hacer si quieres alquilar tu casa".
Conclusión: dar su gestión a una agencia.
No estoy de acuerdo con muchas de estas opiniones. La persona q lo denuncia es un profesional inmobiliario y la conclusión que saca en el artículo original es que "no necesitamos este tipo de caspa en el sector"
Señores, hay que denunciar q un profesional lo ha hecho mal, no q el sector trabaja mal. Y si cuando el propio sector critica una mala práctica también le criticamos, pues estamos propinando lo contrario de lo que queremos todos: q el sector funcione
Pásense por el consultorio inmobiliario de idealista y verán como muchas cuestiones y problemas se ahorrarían si hubiera habido por medio alguien que intermediara la operación y asesorase a las partes
Igual que pagamos porque nos corten bien el pelo (aunque podemos hacerlo en casa), deberíamos pagar los honrarios pq nos asesoren si no estamos convencidos de poder hacerlo bien al 100%. No es ningún pecado. Parece que no nos molesta que un comercial nos venda un coche en un concesionario (cuando lo único que hace es leernos el catálogo de la firma) y sí una buen trabajo de asesoría, gestión, papeleo, búsqueda de compradores/vendedores
Pero, si, los españolitos somos muy listos y lo sabemos hacer todo nosotros en temas de vivienda. Luego vienen los lamentos y las quejas.
Totalmente de acuerdo, si los propios del gremio se meten con el gremio... este señor, que quiere quedarse el solito en el sector?
Por otro lado, por que os cebáis con las inmobiliarias, que pasa que los restaurantes no cobran? O los consultores y auditores por su trabajo? O los taxistas? O los jardineros? Come en casa, aditate tu empresa, usa tu coche y aparcalo y corte el cesped... las inmobiliarias cobran por un servicio de quien lo solicite, si no lo necesitas pues no lo solicites, asi de facil.
Si Tanto odiais a las inmobiliarias, montar una y veréis que divertido es...
Se
¿Qué es una finca señorial?
Estimados amigos , por cual motivo hay que quedarse callado y no hablar con el dueño de la inmobiliaria para que esta educadisima señora pase a engrosar la lista del paro ?
Supongo que tambien se puede denunciar a la camara inmobiliaria con pelos y señales para que ellos vean que clase de asociados o empleados hay en el gremio
Parafraseando a una persona que hizo un comentario sobre el tema : los Españolitos somos muy listos .............., no es asi , el problema es que hablamos mucho y somos incapaces de hacer valer nuestros derechos
Se nos va la fuerza por la boca, como a la gaseosa.
"España: la gaseosa del mundo", mucha burbuja, pero ffffffff...., enseguida perdemos fuerza y cuando nos damos cuenta sólo nos quedamos en "agüilla con azúcar". No semos ni seremos ná, to fachá.
Absolutamente vergonzoso...
En este país, y muy especialmente en el sector inmobiliario, parece que los "profesionales" olvidan la vieja máxima de "recogerás lo que siembres". Ese tipo de actitud, hoy por hoy y con las herramientas de las que disponen los clientes, condena al interesado a la ruina de su negocio o puesto de trabajo. Como muchos apuntan aquí, es cierto que en España las iniciativas son pocas, y que en lugar de contentarse con maldecir públicamente a aquel que le haya ofendido, lo correcto sería denunciar o ponerse en contacto con el superior directo del agente en cuestión. A quien nos engañe o trate mal: a muerte con él. A quien se preocupe por nuestros intereses: a recomendarla de forma activa.
Estoy plenamente convencido de que la tal señora "Carmen" no se ha preparado para ejercer la profesión inmobiliaria (no hace falta ser un sabio para percatarse de ello), pero estoy igualmente seguro de que llama a decenas de propietarios con cuyas viviendas engrosa una cartera infinita de viviendas a precios que no son acordes al mercado. Por supuesto, no hará un seguimiento o estudio de mercado de manera regular para adaptar los precios, ni se preocupará por la presentación "de cara al público" de la vivienda. No todo son precios, señoras y caballeros: las fotografías de calidad (evitar ojos de pez que deformen la realidad dando por hecho que los clientes son estúpidos), las descripciones detalladas y el aconsejar al propietario para que la vivienda esté limpia y ordenada, son puntos vitales a la hora de alquilar o vender una casa.
Respecto a la falta de educación de la señora "Carmen", ésta nunca puede estar justificada por unos honorarios menores a lo habitual. Independientemente de lo que uno decida cobrar (en este caso poco, y no me sorprende dada la falta de profesionalidad que caracteriza a esta mujer), hay reglas universales de educación y trato al prójimo que no deben ser violadas bajo ningún concepto, máxime cuando se trata de clientes que, y esto lo olvidan muchos, son nuestro sustento en el presente y aquellos que en futuro, en caso de quedar enteramente satisfechos con nuestro trabajo, nos proporcionarán en el futuro la base sobre la cual forjar una red de recomendaciones y nuevos clientes.
Un saludo,
Juanra González pau
Www.kermocasa.com
Una visión diferente
Deseo alquilar un piso,pero no se los tramites para anunciarme el El idealista.
Pues la vida es así, si el vendedor es malo, no vende.
No hay que darle muchas vueltas, para eso está la economía de mercado, para que sobrevivan los buenos y caigan los malos.
He leído el artículo del tal Víctor, y me parece una payasada absoluta, no sé cómo idealista lo publica como cosa interesante ni mucho menos como consejos para saber alquilar.
Habría que conocer la otra opinión. A lo mejor la tal Carmen dijo a sus amigos que había ido a ver el piso un tipo con unas pintas de indeseable que no sabía cómo quitárselo de encima, y que además decía que era del sector inmobiliario para regatear el precio.
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