El gobierno limitará el sueldo de alcaldes y concejales

Sueldos a nivel obrero que la mayoria ni tiene estudios ni cualificacion de lo que hace

A todo esto habría que añadir que la reducción de las retribuciones a los directivos también es merecedora de aplauso, pero resulta insuficiente a la vista de los resultados esperados para el sector, y no debería servir como cortafuegos de las exigencias civiles y penales que se derivan de la gestión que de estas entidades se ha hecho. La fiscalía, la abogacía del Estado y el parlamento deben defender el patrimonio público. En este sentido, uPyD ha propuesto la creación de una comisión de investigación que esclarezca esta situación, además de instar a que actúe la fiscalía.
En conclusión: España no podrá rescatar a su banca aunque los partidos políticos pretendan que nos embarquemos en tan temeraria aventura y Europa se lo facilite. Urge promover una solución europea que implique un canje de deuda por capital en las entidades que han quedado descapitalizadas.
La socialización de estas pérdidas solo conduciría al naufragio de una generación y, más que probablemente, de un país.
Ahora bien: que cada uno se crea lo que quiera cuando le dicen que la vida es así… y no lo volveré a hacer más.

Dedicado al cara de desenterrao de la foto de arriba

Lo malo es cuando pides créditos para hacer gilipolleces"

Es que la gran parte de la deuda se ha utilizado para hacer gilipolleces. Ese es el verdadero problema. Con los impuestos que se recogen, que son muchísimos y de muy diversa categoría, es más que suficiente para tener un país bien digno y próspero, con servicios públicos cojonudos sin copago y paros y jubilaciones como dios manda. Sólo hace falta gestionarlos igual que harías en tu casa. Sin embargo, España se ha endeudado principalmente para construir animaladas totalmente innecesarias pero que, eso sí, quedan muy bonitas. El ejemplo más claro es el que tienes en la Comunidad Valenciana, tras casi 20 años gastando dinero en faraonadas y burradas de todo tipo. Ahora tienes ciudades con todas las aceras nuevas, aeropuertos municipales, urbanizaciones gigantescas y un sinfín de cipotadas que cuando traes a algún amigo de otro país de visita se queda con la boca abierta flipando de lo grande y nuevo que es todo y pensando de dónde coño se ha sacado el dinero para hacer semejantes burradas.

Eso sí, los hospitales en la quiebra (algunos incluso vacíos por falta de dinero para abrirlos, pero el edificio que es lo que daba pasta al amigo constructor ya está terminado), el aeropuerto munisipal de Castellón sin aviones, los profesores sin cobrar el sueldo, los coches de la policía local sin poder repostar porque las gasolineras ya no les fían (tiene tela la cosa), el paro por las nubes, industria cero patatero, la agricultura hecha polvo, los antiguamente activos polígonos industriales de la madera y el mueble con todas las fábricas cerradas... ¿Seguimos? Parques de atracciones en medio de la nada con pérdidas multimillonarias, el litoral arrasado con cientos de miles de casitas monísimas que lógicamente no se pueden vender, la pesca inexistente, la investigación cerrando centros y despidiendo científicos, las universidades con una deuda de varios miles de millones de euros y a punto de declararse en bancarrota...

Es la imagen perfecta de lo que ha sido España desde 1996: el paraíso de los ricos constructores, que se forraban con contratos a dedo cuyos presupuestos además se daban el lujo de subir luego a placer. En la industria y la tecnología no sólo no se ha invertido nada ni se le ha apoyado en nada, sino que se ha facilitado su destrucción, como hemos visto los últimos años del zapaterismo con las renovables y este año con el tiro de gracia que les ha dado Rajoy, todo simplemente para favorecer a los sinvergüenzas multimillonarios de las grandes eléctricas. La investigación se ha dejado de lado y se ha condenado casi al ostracismo a los jóvenes que podrían haber hecho de este país una Suecia o una Holanda...

Y todo ello con el aplauso generalizado de la gran mayoría de la población española, que me da menos pena que un asesino en serie. Sí, ahora todos nos rasgamos las vestiduras y lloramos como nenas por nuestro querido país, pero lo cierto es que, ya durante el Aznarismo, cualquiera que tuviese un mínimo sentido crítico y supiese sumar y restar se podía dar cuenta perfectamente del abismo hacia el que íbamos si seguíamos con un modelo económico basado en favorecer a los Mauricios Colmeneros de este país. Pero si decías algo, la gente en su totalidad te llamaba "vago", "gilipollas", "atrasado" y te decían más que a un perro por no aplaudir los nuevos edificios y la nueva gama de coches oficiales que se habían comprado los políticos porque España iba bien. Al pueblo español le cegaron la vanidad y la estupidez más ruines, bajunas y miserables, y ahora toca pagar por todo aquello que algunos advertimos hace ya 10 años. Que vayan ahora los españoles a votar, que vayan, a ver qué partido es el guapo que les saca del pozo de mierda donde se tiraron de cabeza.