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La banca española está viviendo un momento complicado: con los tipos de interés en mínimos y un saldo vivo crediticio que todavía sigue cayendo, la rentabilidad que consigue el sector gracias a sus activos cada vez es más reducida. Según publica El Blog Salmón, actualmente se sitúa alrededor del 0,5%, frente al 12% que llegó a suponer a principios de los años 90.
Esta caída está reduciendo cada vez más la distancia que separa esa rentabilidad del activo con el coste medio del pasivo que soporta el sector (activos, créditos dudosos...) Tanto es así que el diferencial entre ambas variables se encuentra muy cerca de mínimos históricos.
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