El Gobierno regional calcula un ahorro de 75 millones de euros para el conjunto de contribuyentes con esos niveles de renta
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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado una rebaja del IRPF para las rentas inferiores a 30.000 euros anuales a través de nuevas deducciones en el tramo autonómico del impuesto, pero sin deflactar la tarifa. Con esta medidas, los contribuyentes se ahorrarán 75 millones de euros.

Dentro del capítulo de propuestas fiscales desgranadas en el transcurso del Debate sobre el Estado de Castilla-La Mancha que acoge el Parlamento autonómico, el líder del Ejecutivo regional ha señalado que en la próxima declaración de la renta, con el objetivo de paliar la inflación en hogares vulnerables, los contribuyentes podrán deducirse de la cuota 200 euros en rentas inferiores a 12.000 euros, 150 euros si son de menos de 21.000 euros, y 100 euros en caso de rentas de hasta 30.000 euros.

Una deducción que podrá incrementarse por cada hijo a cargo del contribuyente, en 50, 37,5 o 25 euros, respectivamente. El conjunto de las medidas tienen un impacto estimado de 75 millones de euros, según la región. 

De esta manera, el Gobierno castellanomanchego se alinea con los anuncios fiscales del Gobierno de Pedro Sánchez para ayudar a las rentas más bajas, no deflactando la tarifa del IRPF como pide el PP, sino aumentando las deducciones en los tramos inferiores. Regiones como Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia también han anunciado medidas relacionadas con el IRPF para aliviar la presión sobre los contribuyentes. 

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