El ‘problemón’ inmobiliario del ejército de EEUU: 557.000 edificios sin uso valorados en 828.000 millones de dólares

Tienen tantas propiedades y en tantos lugares distintos del planeta que el Departamento de Defensa de EEUU ha tardado más de 17 años en identificar todos y cada uno de los inmuebles en su cartera. Y no es para menos: el Pentágono tiene 557.000 edificios –la mayoría sin uso o infrautilizados– que se levantan sobre 11,2 millones de hectáreas de terrenos repartidos por 5.400 localizaciones de todo el planeta y que, según un informe de la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, según sus siglas en inglés), tienen un valor de mercado de 828.000 millones de dólares.

Tras el fin de la ‘Guerra Fría’ con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, el Departamento de Defensa estadounidense inició un paulatino proceso de reducción de efectivos que finalizó con la pérdida de hasta un 36% de su fuerza efectiva, según figura en varios informes gubernamentales. Esta circunstancia supuso que muchos de los edificios y bases destinadas a ese personal militar acabaron abandonados o infrautilizados.

Aproximadamente 34.000 inmuebles figuran en el informe de la GAO con un nivel de uso ‘0’ -o lo que es lo mismo, están abandonados-, cifra que según los cálculos del Departamento de Estudios del Congreso se eleva por encima de los 77.000. La mayoría es propiedad ejército del aire, y su mantenimiento cuesta cada año miles de millones de dólares que, como no podía ser de otra manera, salen de los bolsillos de los contribuyentes.

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Demasiado gasto

De hecho, los contables de Washington advierten en su escrito, publicado el pasado 8 de septiembre, del “alto riesgo” que supone para el Departamento de Defensa mantener semejante número de propiedades. De hecho animan a los responsables del Pentágono realizar una venta masiva de inmuebles para ahorrar millones de dólares en costes de mantenimiento y emplear recursos propios para financiar sus actividades.

“La gestión y el mantenimiento de las instalaciones militares infrautilizadas consume una valiosa cantidad de recursos que podrían ayudar a ajustar el presupuesto de Defensa y ser empleados en otros propósitos”, afirma el demoledor informe.

A la Oficina de Contabilidad del Gobierno no le falta razón: el ejército tiene casi un billón de dólares inmovilizado en instalaciones que no utiliza, mientras que el presupuesto del Departamento de Defensa crece año a año… y ya va por los 526.600 millones de dólares. 

Otro ejemplo más de la pésima gestión de la cartera inmobiliaria militar es la base ‘RC-SW Command and Control Facility’ de Afganistán, terminada en 2013 y que, con la retirada de las tropas estadounidenses, nunca se ha llegado a estrenar. Costó  34 millones y será demolida en breve. Además se gastó otros 165 millones en un hospital infantil que nunca se terminó o 108 millones más en una planta de reciclaje de desperdicios a la que tampoco se dio uso.

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Gestión desastrosa 

Sin embargo, el principal problema es que el Pentágono no puede ponerse a vender propiedades porque a día de hoy no tiene ni idea de qué sucede en cada uno de los 557.000 inmuebles.

Aunque su cartera inmobiliaria depende de la oficina del secretario de defensa, que ha desarrollado un software llamado ‘real property assets database’ para tratar mantener un control sobre sus propiedades, cada rama del ejército estadounidense tiene su propia herramienta, que en muchas ocasiones contradice los datos ‘oficiales’ provocando un estado de inoperancia y confusión.

De hecho, en algunos de los informes consultados por la Oficina de Contabilidad del Gobierno figura que en determinadas bases se habían realizado inspecciones técnicas en años tan ‘sorprendentes’ como 0012, 1776, 2201 o 3013.

En lo que sí parecen estar de acuerdo todas las agencias gubernamentales implicadas es que el ejército de Estados Unidos actualmente posee como mínimo el doble de propiedades de las que realmente necesita.

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