En pleno corazón del Eixample barcelonés, una oficina de 220 m² acaba de salir al mercado de alquiler en la Casa Comalat, uno de los edificios más emblemáticos y sorprendentes del modernismo catalán. Diseñada por Salvador Valeri i Pupurull entre 1906 y 1911, esta joya arquitectónica esconde en su interior un espacio de trabajo ideal para empresas que buscan no solo un despacho, sino un lugar cargado de historia, arte y estilo.
La oficina, situada en un entresuelo, cuenta con una distribución muy funcional que incluye una zona de recepción, ocho despachos o salas independientes y dos aseos, adaptándose a las necesidades de cualquier tipo de negocio. Además, el espacio conserva detalles originales como techos altos, suelos de mosaico hidráulico y molduras decorativas que le aportan un carácter singular difícil de encontrar en la mayoría de oficinas convencionales de Barcelona.
El precio de alquiler es de 3.600 euros mensuales, una inversión que se justifica por la exclusividad del inmueble y su ubicación privilegiada, en el cruce entre la Avenida Diagonal y la calle Còrsega, justo al lado del Passeig de Gràcia, una de las arterias comerciales y empresariales más importantes de la ciudad.
La Casa Comalat destaca por su doble fachada, una característica arquitectónica poco común que la convierte en una pieza única dentro del patrimonio modernista barcelonés. La fachada principal, que da a la Diagonal, es sobria y elegante, con balcones de piedra y tribunas rematadas con pináculos que reflejan el estilo más contenido del modernismo. En contraste, la fachada trasera, que mira hacia la calle Còrsega, es una explosión de color y fantasía, con cerámicas vidriadas, galerías de madera y persianas que recuerdan a la famosa Casa Batlló de Gaudí.
Aunque la Casa Comalat está catalogada como Bien Cultural de Interés Local, no suele estar abierta al público, por lo que trabajar dentro de ella es un privilegio reservado a muy pocos. El edificio ha sido restaurado en profundidad en 2009, recuperando vidrieras, cerámicas y carpintería, y preservando el esplendor de sus detalles originales.
Este espacio no solo ofrece una oficina, sino una experiencia de trabajo inmersa en la historia y el arte, ideal para estudios de arquitectura, agencias creativas, consultoras o cualquier empresa que quiera transmitir una imagen de prestigio y distinción. El valor diferencial de poder decir que se trabaja en un lugar con alma y patrimonio es un activo que ninguna oficina estándar puede ofrecer.
Además, su ubicación estratégica permite acceder fácilmente a transporte público, conexiones rápidas y una amplia oferta de servicios, desde restauración hasta comercios de alta gama, convirtiéndola en un punto neurálgico para los negocios que operan en Barcelona.
En un mercado inmobiliario cada vez más competitivo, esta oficina en la Casa Comalat representa una rara oportunidad para quienes buscan un entorno de trabajo con identidad propia, donde el arte y la funcionalidad se dan la mano para potenciar la creatividad y el prestigio profesional.
Alquilar aquí no es simplemente ocupar un espacio, es integrarse en una historia centenaria que sigue viva en cada rincón, en cada detalle arquitectónico, y que puede marcar la diferencia en la imagen y valores de cualquier empresa.
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