El precio de los pisos caerá un 20% hasta 2012, según esade

Perdón, antex quise decir exactamente, la maldita tecla. Por cierto, mas leña al fuego, otros tantos pisos a la venta, y eso que teníamos stock para años. Parece que ya van quedando pocos que apueste en que "esto va para arriba", excepto los irreductibles claro. Vean: expansión: el stock de los promotores engordó en 200.000 viviendas en 2009 Publicado el 14-01-2010 , por J.M. Lamet El Grupo Inmobiliarias por la Excelencia (G-14) constata que el abultado stock de pisos nuevos de los promotores sin vender ha sumado en 2009 otras 182.000 viviendas, pasando de 618.000 a 800.000 unidades sin vender. Durante una jornada organizada por la Asociación Española de Periodistas de Información Económica además afirma que no se podrá reducir el stck existente: además, actualmente hay 390.000 casas en construcción, de las que 200.000 se terminarán en 2010. La demanda de compra de inmuebles, por su parte, no superará las 220.000. De esta forma, el stock a penas tiene margen para adelgazar este año. Además, el presidente del G-14, Pedro Pérez, apuntó que gran parte de estas viviendas tiene muy difícil "salida". El G-14 lobby inmobiliario que agrupa a algunas de las mayores promotoras españolas (actualmente cuenta sólo con ocho miembros activos), vaticina además que en 2010 se destruirán otros 200.000 empleos del sector de la construcción si no se ponen en marcha medidas que estimulen la demanda de compra, mediante subvenciones directas -a la manera del Plan 2000E de los automóviles- o vía préstamos blandos con intervención estatal. Buf, vamos a tener empacho de pisos unos añitos.

Angela vallvey, hoy en la razón: mi amiga, la señorita M., compró un piso, en Madrid, en el momento más inflado de nuestra pomposa burbuja inmobiliaria. Se suponía que el edificio había sido rehabilitado integralmente, aunque pronto descubrieron que la constructora estafó a los compradores: los cimientos se desmoronaban y el Ayuntamiento obligó a hacer otra rehabilitación, con cargo a los nuevos (pardillos) propietarios, que se vieron abrumados con sus hipotecas más unas «Derramas» Millonarias. Denunciaron a la constructora en el juzgado, pero la jueza encargada del caso no falla (no quiero decir que sea infalible, sino que no dicta sentencia, misteriosamente). Mi amiga, arruinada, quiere vender su piso. Le comento que, según diversos estudios, hay más de un millón de casas que se resisten a bajar de precio, y deberían hacerlo para sanear el mercado, hasta llegar a un 30% menos de lo que ahora se pide por ellas. Mi amiga me pone idéntica cara que la tigresa siberiana Mashenka, ésa que le regalaron a Vladimir Putin por su cumpleaños. «¡Que bajen el precio de sus cuevas los antepasados rupestres del que ha hecho el estudio! Yo, jamás rebajaré ni un euro», Me contesta, airada. Con la burbuja inmobiliaria ocurre como con los esfuerzos por reducir las emisiones contaminantes de los distintos países: que el mundo se mueve a varias velocidades. China está haciendo en pocas décadas una revolución industrial que a Inglaterra le costó 200 años (anda, diles tú que no contaminen, a los chinos…). En España, muchos vieron cómo el valor de sus inmuebles se multiplicaba en poco tiempo de manera asombrosa. Otros llegaron tarde, compraron a un altísimo precio y se endeudaron de por vida hasta descubrir un día que el valor de lo que poseen es bastante inferior al de su deuda sobre el bien adquirido. Los que revalorizaron sus propiedades pueden bajar los precios de venta, renunciando a una espléndida plusvalía pero obteniendo aún grandes beneficios. Mientras, los que pagaron carísimo se encuentran entre la espada (el Euribor) y la pared (de su vivienda)

2013= 90% dto.

Si, si, bajar!!! Va a empezar a subir pero en breve, ya están subiendo en algunos sitios!

Parece como si realmente los vendedores no llegaran a creerse la realidad: no se vende ni se va a vender porque la gran mayoría de los potenciales compradores no pueden pagar los precios a los que se pretenden "colocar" las viviendas. Qué más da, por tanto, que se especule por algunos afirmando frívolamente que la vivienda va a subir. Si no se pueden pagar a los precios actuales, lógicamente menos podría hacerse si éstos subieran.
Por otra parte, que no se esté dispuesto a reducir el precio de venta es también absolutamente irrelevante como estrategia, pues si no se pueden pagar los precios actuales, a los compradores no les quedará otra que esperar a que los precios se adecuen a su nivel de renta, porque comprar no es cuestión de deseo sino de capacidad económica, obviedad que no precisa de mayores argumentaciones.
Ahora bien, ¿Puede realmente permitirse el país esta espera?. Porque es claro que existe una masa de casi 3 millones de trabajadores que actualmente están desempleados y que su actividad estaba asociada, directa o indirectamente, con el sector inmobiliario y que no tienen cabida en otros sectores, bien porque también están en crisis o porque, lo que es más común, aquellos no tienen otra formación o experiencia que les permita acceder a la realización de otras actividades. Y es obvio también que hasta que no se liquide el stock de viviendas existentes los promotores no iniciaran nuevos proyectos. Y, finalmente, que hasta que el sector constructor no remonte el vuelo, siquiera parcialmente, no saldremos de la crisis en España. Es por ello que el futuro se presenta lánguido y oscuro.
Y no olvidemos tampoco que el mantenimiento actual de los precios por parte de los vendedores no es más que sostener hasta el paroximo los sueños de riqueza, y cuando la sociedad realmente acepte y asuma que sus activos valen la mitad de lo que se fantasea, se producirá entonces una reacción de pánico a esa pérdida patrimonial que sin duda retraera el consumo, porque cuando uno piensa que tiene menos de lo que creía la primera reacción que se produce es de ahorro y de contención del gasto. Y cuanto más se tarde en recorrer este triste camino, peor y más agónico será para todos.
Por último, no puedo por menos que censurar la conducta que han tenido muchos pequeños inversores-especuladores, porque tanto hablar de la voracidad de los grandes inversores-especuladores, capitalistas recalcitrantes, y la realidad ha demostrado que cuando el ciudadano de a pie más modesto ha tenido la oportunidad de especular porque obtenía préstamos fáciles y rápidamente ponía a la venta la vivienda adquirida en plano o recien entregada para obtener una rápida plusvalía, ha terminado actuando igual o peor que aquel al que ha censurado durante toda su vida.
Al final resulta que cuando se tiene la oportunidad no se duda y que la única diferencia reside entre poder y no poder hacer las cosas. Es triste, pero también muy ilustrativo de cuál es la calaña de nuestra sociedad.