Una casa construida con material reutilizado en una zona espectacular de Noruega

Saltviga House es una residencia minimalista ubicada en Saltviga, Noruega, diseñada por Kolman Boye Architects. La principal característica de esta vivienda la encontramos en su proceso de construcción, en el que el equipo que la ha diseñado optó  por la reutilización de material que, tradicionalmente, se utiliza para los pisos y que, de otra forma, habría sido absolutamente desechado, con el consiguiente impacto ambiental.

Ubicada entre rocas, líquenes, helechos y una variedad de árboles, la estructura completa de 200 m2 se enmarca de una forma elegante junto a un acantilado con vistas al mar de Skagerrak, en la costa sureste de Noruega. Los arquitectos tuvieron mucho cuidado de no alterar el terreno existente, adaptando cuidadosamente el edificio al paisaje inclinado.

El entorno es uno de sus fuertes Johan Dehlin

Por eso, la estructura está compuesta por tres volúmenes situados en cinco niveles diferentes. En el exterior, estos volúmenes forman dos espacios distintos, uno es un patio protegido del viento que mira hacia el bosque y el otro es una terraza abierta que ofrece amplias vistas al mar a través de una "banda de ventana" entre los árboles de coníferas existentes.

Entrada lateral Johan Dehlin

Internamente, cada espacio cuenta con su propio volumen y altura de techo. El pasillo central ofrece vistas claras de toda la casa. Las ventanas de cuerpo entero a lo largo de la fachada miran al mar, brindando continuidad y coherencia entre los diferentes niveles. Mientras que el revestimiento exterior de roble se oxidará adquiriendo un tono gris plateado que se mezclará con el pizarra y granito circundante, el interior está revestido de madera de abeto douglas, lo que le da un tono cálido y blanquecino. Este tono contrasta con los pisos de mortero neutro, creando un equilibrio estético.

Desde el interior se ve el mar Johan Dehlin

Pero, como señalábamos al principio, su punto fuerte es la forma en la que se han utilizado retales de piezas que se habían utilizado para el suelo. “En nuestros proyectos recientes y en nuestra docencia e investigación, nos hemos encontrado con los materiales Dinesen tanto en los suelos tradicionales como en forma de desecho de la producción de suelos a medida. Hacer y pensar con estos restos de la producción dio lugar a la noción de hacer un edificio con ellos como una forma simpática de usar y ennoblecer materiales de desecho que de otro modo se habrían utilizado como leña”, explican en su página web.

Cocina abierta Johan Dehlin

Así, los sobrantes presentaron una oportunidad única, impulsando la idea de utilizarlos para crear una estructura, ofreciendo una alternativa de bajo impacto ambiental en comparación con los materiales más comunes y de alto contenido de carbono. Para valorar la viabilidad del proyecto, construyeron varios modelos a escala real para experimentar con diversas combinaciones de apilamiento y superposición, teniendo en cuenta sus propiedades técnicas y los posibles impactos experienciales. 

El resultado fue un enfoque directo, pero intrincado, que requería tanto una comprensión de los materiales tradicionales como un desarrollo considerable del proceso para garantizar eficiencia y economía. La fabricación y el ensamblaje de los elementos de madera se realizaron con la experiencia colectiva de los carpinteros, ensambladores y proveedores involucrados. Se precortaron más de 12.000 sobrantes individuales de roble de la producción de pisos de Dinesen a medida, manteniendo los desperdicios al mínimo.

Exterior Johan Dehlin

Luego, se perforaron previamente y se trataron con alquitrán antes de ser transportados al lugar de construcción. El ensamblaje en el sitio requirió una manipulación precisa de cada elemento de roble y el usaron más de 20.000 tornillos de acero inoxidable, lo que acentuó el aspecto robusto y estratificado del revestimiento.