El teletrabajo, el clima, las buenas comunicaciones y unos precios de la vivienda más asequibles que en otros países europeos están haciendo de España el destino perfecto para que miles de extranjeros se quieren comprar una vivienda. A pesar de que británicos, alemanes y franceses son los compradores más numerosos, las operaciones protagonizadas por holandeses, noruegos e irlandeses se han duplicado en el último año, según los notarios. Los expertos recuerdan que las zonas costeras son las más buscadas y esperan más operaciones en los próximos meses, sobre todo de inversión.