Desde que te levantas cada mañana, te relacionas con decenas de utensilios domésticos imprescindibles para tu supervivencia, aunque estás tan acostumbrado a utilizarlos que ya no los aprecias lo suficiente. Repasamos la historia de diez de esas invenciones domésticas que hacen posible tu supervivencia diaria para que te fijes en la suerte que tienes de poder contar con ellas.
1.- La lavadora. Una de las mayores revoluciones de la historia fue sin duda tener que dejar de eliminar la mugre de las prendas en el río. Los primeros modelos de lavadora, accionados a mano, se inventaron en el siglo XIX, pero fue en 1901 cuando el inventor estadounidense Alva John Fisher fabricó la primera lavadora eléctrica, aunque la ropa por entonces no salía escurrida.
Fisher la patentó nueve años más tarde, mejorando su propia técnica gracias a un tambor que cambiaba automáticamente la dirección de su movimiento giratorio para evitar que la ropa se apelmazara.
2.- La fregona. Esta auténtica revolución de la limpieza se la debemos a un español: Manuel Jalón patentó en 1964 la fregona para evitar que tuviéramos seguir arrodillándonos para dejar el suelo impoluto.
La simple idea de unir unas tiras de algodón, un palo y un cubo en realidad no se le ocurrió a él: este oficial e ingeniero aeronáutico se encontraba en una base aérea en Illinois cuando se percató de que los operarios utilizaban un utensilio similar, y a su vuelta a España se puso a desarrollarlo.
3.- El retrete. El famoso '¡Agua va!' desde los hogares era la nota predominante hasta que en el siglo XVI a sir John Harington, poeta en la corte de la reina Isabel I, se le ocurrió construir su primer inodoro en su domicilio. Aunque a la reina le gustó el invento, su uso no se popularizó hasta el siglo XVIII con otros modelos.
4.- El cepillo de dientes. La historia de este necesario utensilio se remonta a la China de finales del siglo XV: las cerdas para construirlos se extraían a mano del cuello de los gorrinos y después se cosían a un mango de bambú o hueso. Los mercaderes trajeron el cepillo a Europa y con el paso de los siglos su diseño se fue perfeccionando hasta que, en 1938, se lanzó al mercado el conocido como cepillo milagro del doctor West, el primero con púas de seda para una higiene bucal más completa.
5.- El tenedor. Aunque la historia de este utensilio se remonta a la Antigua Grecia, en realidad su uso no se generalizó hasta siglos después. En el siglo XI, una princesa bizantina, Teodora Ana Ducaina, rechazó tocar los alimentos con las manos y ordenó construir un primer artilugio, el 'fourchette', aunque en la época se señaló que era un instrumento del diablo.
Catalina de Médici retomó la idea ya en el siglo XVI y lo presentó ante la corte francesa, incluso ideando uno para rascarse la espalda, pero se le consideró un invento muy cursi.
6.- El microondas. La invención de este electrodoméstico fue completamente casual: el ingeniero Percy Spencer estudiaba el funcionamiento del radar cuando se dio cuenta de que una barrita de chocolate de su bolsillo se derretía a causa de un magnetrón con el que estaba trabajando, un dispositivo que transforma la energía eléctrica en ondas electromagnéticas. Pronto se dio cuenta de que los magnetrones calentaban cualquier tipo de alimento y se decidió a fabricar este horno microondas.
7.- La televisión. En 1884, Paul Nipkow ideó el disco de Nipkow, un disco de metal rotatorio que permitía el envío de imágenes. Ya en 1925, el escocés John Logie Baird inventó el primer sistema de televisión pública para la transmisión de imágenes a distancia. Su sistema fue adoptado por la BBC, aunque posteriormente la tecnología que desarrolló este ingeniero se dejó de utilizar. ¿Qué hubiéramos hecho sin estos pioneros creadores de la caja tonta de tu salón?
8.- El peine. Este es uno de los utensilios domésticos con más años de vida: se han encontrado peines en tumbas egipcias, que cumplían tanto la función de aseo personal como de elemento decorativo de la cabellera. El Museo de Arte Metropolitano de Nueva York conserva uno de hace 5.200 años decorado con elefantes, serpientes, aves zancudas, jirafas y hasta hienas.
Aunque nuestros peines actualmente son más minimalistas, lo cierto es que no ha habido ningún invento para desenredarnos el pelo más avanzado posteriormente.
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