La mansión Ransom Gillis es uno de los inmuebles más icónicos y antiguos de Detroit. Diseñada por los arquitectos Henry T. Brush y George D. Mason según los preceptos del estilo gótico veneciano, esta icónica vivienda se levantó en 1876 como residencia de un importante comerciante local, que solo cuatro años después se vio obligado a venderla. Entre 1880 y 1960, la propiedad se convirtió en hotel y restaurante. Desde entonces ha permanecido abandonada.
Los distintos intentos de rehabilitación han fracasado por culpa de dificultades administrativas o por las distintas crisis económicas que ha vivido la ‘capital del motor’ en el último medio siglo. Sin embargo, en 2015 cambió la suerte gracias a un programa de televisión. En menos de un año la propiedad recuperó su esplendor y ha pasado a convertirse en un símbolo de la renovación de Detroit tras la peor crisis de la historia.
El fotógrafo Camilo José Vergara ha retratado la resurrección del edificio en una impresionante serie de imágenes:
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