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La Federación de Asociaciones de Empresarios Inmobiliarios (FADE) va a remitir formalmente al Gobierno un documento en el recoge diferentes medidas para ayudar a este sector a superar la crisis del coronavirus. La patronal inmobiliaria considera que el negocio ha quedado desprotegido y alerta de necesidad de poner en marcha algunas ayudas para garantizar la supervivencia de las empresas.

Estos son los principales puntos que recoge su carta abierta al Ejecutivo:

1. Declarar  la actividad inmobiliaria como esencial. Según FADEI, esta petición es en beneficio de todos aquellos consumidores que necesitan soluciones habitacionales urgentes ya sea en alquiler o compra o aquellos otros que se ven obligados a vender sus inmuebles para generar liquidez. La actividad inmobiliaria debe declararse esencial y reactivarse a partir del 4 de mayo, no solo con la reapertura de locales y oficinas, sino con la posibilidad de hacer visitas a los inmuebles, poder hacer reportajes y valoraciones y estar acompañados de interesados en alquilar o comprar, todo ello con las medidas de protección sanitaria adecuadas.

2. Bajar un 50% del Impuesto de Transmisión Patrimonial (ITP). Sería un incentivo para las compraventas, que en este escenario de desconfianza creado por la pandemia y la consecuente situación económica del país ayudaría a la reactivación del mercado inmobiliario.

3. Una exención del pago de las rentas con cargo a fondos públicos para paliar el perjuicio sufrido por los arrendatarios, sin que ese perjuicio recaiga a su vez en el arrendador. La federación sostiene que “es necesario combatir el grave quebranto económico que están sufriendo las agencias inmobiliarias -al igual de otros sectores-, al verse en la obligación de satisfacer el precio de los alquileres, sin poder hacer uso de los locales y oficinas”. Y añade que esta situación “está fomentando la morosidad sobrevenida e involuntaria y, por tanto, la futura conflictividad judicial, todo ello fruto de la fuerza mayor de la pandemia. En estas condiciones será muy difícil que puedan sobrevivir”. 

4. Flexibilizar los ERTE presentados por fuerza mayor para el sector. Su propuesta es que se mantenga su vigencia se extienda al menos tres meses más allá del periodo de duración del estado de alarma, para que el efecto económico de la crisis sea menor para las agencias y puedan abordar la recuperación de forma menos traumática.

5. Suspender las cotizaciones a la Seguridad Social y las cuotas de autónomo, durante el estado de alarma.

6. Aplazamiento de las obligaciones tributarias, convirtiéndolas en semestrales para este año 2020.

7. Poner en marcha subvenciones para la implantación de herramientas y material tecnológico para la adaptación al teletrabajo de los empleados.

8. Regular el sector, con la actualización del Plan Estatal de Vivienda, lo que califica como "una necesidad para proteger a los consumidores en la mayor inversión que posiblemente tengan que hacer en sus vidas". 

Con estas medidas, la patronal asegura que  "busca soluciones que ayuden a paliar transitoriamente la situación de un colectivo profundamente dañado hasta que comience a reactivarse la situación económica". 

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