Un refugio en el bosque: así es esta espectacular vivienda en una isla de Canadá

Cuando la arquitectura se encuentra y fusiona con el paisaje y lo escucha, ocurren cosas extraordinarias. No se trata solo de construir una casa, sino de integrarse con el entorno, aprender de él y reflejar su esencia en cada rincón del espacio.

Eso es precisamente lo que se ha logrado en el proyecto Pine Island Cottage, una vivienda vacacional situada en una isla rocosa de Georgian Bay, Ontario. Con una sensibilidad casi poética hacia la textura, la luz y los materiales, los estudios canadienses Bureau Tempo y Thom Fougere han conseguido que el interior de esta cabaña se convierta en una prolongación serena y escarpada de su entorno natural.

Comedor Alex Lesage

Materialidad que nace del paisaje

Desde el inicio del proceso creativo, los diseñadores no solo observaron el terreno, lo vivieron. Pasearon con los propietarios por las playas de granito, tocaron la roca erosionada por el agua y el viento, y se comprometieron a trasladar esa experiencia táctil a los espacios interiores. Según sus palabras, “traducir esa experiencia táctil al interior de formas inesperadas se convirtió en un objetivo rector a la hora de seleccionar los materiales”.

La casa, de 325 m2, se organiza en forma de T, acompañando el desnivel natural del terreno. En la parte alta se ubican dos alas con los dormitorios, mientras que el brazo perpendicular más largo acoge los espacios comunes.

Sala principal Alex Lesage

El acceso se realiza por una discreta puerta lateral con un gran tirador de roble en forma de guijarro, que da a un espacio íntimo revestido completamente en madera y que actúa como transición entre el exterior salvaje y la calidez del hogar.

La sala principal está bañada por la luz que entra desde ambos lados a través de grandes ventanales, y desde una claraboya central que marca el eje del espacio. En este espacio, resalta la continuidad de los materiales. Así, la piedra de campo de la isla de cocina se repite en la chimenea, estableciendo un diálogo entre elementos funcionales y expresivos.

De la misma manera, los materiales no contienen una estética superficial, sino una filosofía mucho más profunda. Con todo ello, la madera, la cerámica, la piedra y el hierro forjado se combinan en distintas texturas para evocar una rusticidad natural, pero controlada.

Baños Alex Lesage

Diseño emocional

Otro de los aspectos más cuidados de Pine Island Cottage es su capacidad para crear espacios funcionales sin renunciar a lo emocional. La cocina, por ejemplo, no solo es un lugar de trabajo, sino un punto de reunión ritualizado. La piedra rugosa de su isla, en combinación con la calidez del roble y la iluminación natural, convierte lo cotidiano en experiencia.

Junto a la cocina, el comedor, que está situado bajo una lámpara colgante de papel de gran tamaño, mira al bosque por un lado y al lago por el otro. La mesa y los bancos, también de roble, refuerzan la coherencia del conjunto.

Cocina Alex Lesage

Un par de escalones más abajo está el salón, que ofrece una atmósfera introspectiva alrededor de una chimenea revestida en azulejos cerámicos beige. A sus laterales, unas puertas acristaladas permiten acceder a una terraza cubierta que refleja esta chimenea en el exterior, perfecta para las noches frías.

Un pasillo acristalado elevado conecta las alas privadas, donde destacan detalles como una habitación infantil con literas, un despacho, y un dormitorio principal con bañera exenta junto a un ventanal que invita a contemplar el bosque mientras uno se relaja.

Los baños, revestidos en piedra Eramosa flameada, ofrecen una sensación de suelo desgastado por el tiempo. Los detalles artesanales abundan y se pueden encontrar en las barandillas de hierro forjado hasta en los apliques de pared hechos a medida.

Terraza Alex Lesage

En palabras del estudio, “reflejando la riqueza textural del mundo natural, el interior es a la vez robusto y sereno”. Pine Island Cottage no es solo un refugio: es un homenaje al paisaje, al tiempo y a los sentidos.