La Ciudad Condal está inundada de joyas de la arquitectura y hasta nueve de ellas están incluidas en el selecto grupo de monumentos Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Desde los más conocidos como la Sagrada Familia o el Parque Güell hasta otros menos turísticos como el Hospital de Santa Creu i Sant Pau o la Cripta de la Colonia Güell.
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en 2005 BCN+
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en 1962 BCN+
Obra de Lluís Domènech i Montaner. Declarado Patrimonio en 1997 flickr_commons
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en BCN+
Obra de Lluís Domènech i Montaner. Declarado Patrimonio en 1997 flickr_commons
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en 1984 BCN+
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en 1984 BCN+
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en 2005 Casa Vicens
Obra de Antonio Gaudí. Declarado Patrimonio en 2005 wikimedia_commons
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Barcelona, aparte de mar y un ambiente cosmopolita, es un museo al aire libre. Para que sus edificios sigan contando sus 4.000 años de historia, deberán protegerse y rehabilitarse. Bien sea por recuperar su identidad o rentabilizar sus 8 millones de turistas al año, seis de sus edificios históricos, en su mayoría de propiedad privada, están siendo reformados o han pasado un proceso de rehabilitación para dar un nuevo aspecto a esos monumentos que transpiran la memoria de la ciudad.
Domènech i Montaner: el modernismo catalán más allá de Gaudí en estas bonitas obras
Todo aquel que visite Barcelona, venga de donde venga, sabe quién es el autor de la Sagrada Família, la Casa Batlló, la Pedrera o el Park Güell. Hablamos de Antoni Gaudí (1852-1926), quien fue coetáneo de Lluís Domènech i Montaner (1850-1923), ambos arquitectos y autores del patrimonio que hemos heredado del modernismo catalán. Sin embargo, parece que las siguientes generaciones solo atribuyeron a la obra de uno de los dos toda la fama mundial.
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El primer encargo que recibió el arquitecto Antoni Gaudí recién graduado fue diseñar la residencia veraniega de Manuel Vicens i Montaner, un corredor de seguros adinerado. El resultado fue una exquisita villa mezcla de influencias oriental, mudéjar y nazarí con un amplio y frondoso jardín. Fue la primera obra del genio del Modernismo catalán. Durante 130 años fue un tesoro de propiedad privada, hasta que en 2014 la adquirió el banco andorrano Morabanc. Los exuberantes jardines ya
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