La principal diferencia entre pedir una hipoteca para una casa nueva o de segunda mano

Cuando compramos una casa, lo más habitual es que necesitemos financiación para realizar la compra. Es entonces cuando entran en juego las hipotecas y las dudas sobre cómo puede afectar a la financiación el hecho de que la casa sea nueva o de segunda mano. El tipo de vivienda es indiferente en lo que se refiere a la concesión, aunque el estado del inmueble sí que influye en la tasación y, por tanto, en el importe que esté dispuesto el banco a prestarnos para formalizar la operación. 

Hipoteca para casa nueva o de segunda mano: ¿qué tiene en cuenta el banco?

Aunque puede parecer que es más sencillo conseguir una hipoteca para una casa nueva que para una de segunda mano, la realidad es que no existe diferencia entre una casa de obra nueva y una de segunda mano en lo que a la concesión de la hipoteca se refiere. En este sentido, cuando vamos a pedir una hipoteca, lo que el banco tiene en cuenta es la tasación de la vivienda. Es decir, el precio oficial de la vivienda en el mercado inmobiliario.

De esta forma, el hecho de que vayamos a pedir una hipoteca para una casa nueva o de segunda mano no es un elemento que, por sí solo, constituya peores o mejores condiciones para la concesión de la hipoteca. Mientras que contemos con una tasación en regla, ese será el elemento que determinará el valor de la casa, independientemente de que la casa sea nueva o de segunda mano.

¿Qué es la tasación de una vivienda?

La tasación de la vivienda es un proceso que sirve para conocer el valor de una casa en el mercado inmobiliario. Para ello se tienen en cuenta diferentes elementos, tales como el tamaño, las condiciones en las que se encuentra, la ubicación o la situación del mercado inmobiliario en el momento de la tasación.

La tasación debe hacerla siempre un técnico debidamente cualificado para ello. De esta manera, se asegura que el precio estimado en la tasación responde a factores objetivos, lo que permite que la tasación sea el precio de referencia que los bancos aceptan a la hora de negociar una hipoteca.

La importancia del estado de la vivienda en la tasación

Debido a que el proceso de tasación tiene en cuenta el estado y las características de la vivienda a la hora de establecer el precio, el hecho de que la casa sea de nueva construcción o antigua no influye a la hora de pedir la hipoteca.

En el caso de una casa de obra nueva, el buen estado de la vivienda aumentará su precio en la tasación. En el caso de una casa de segunda mano, el estado también quedará reflejado en la tasación en cuestión. De este modo, si la casa es de segunda mano, pero ha sido reformada y está en buenas condiciones, esto aumentará su precio en el momento de la tasación. De la misma manera, si la casa de segunda mano se encuentra en mal estado, esto  se traduce en una rebaja.

En consecuencia, tanto si se trata de una casa de obra nueva como de una segunda mano (sea cual sea su estado), esto quedará reflejado en la tasación. Por lo que el único elemento que necesita el banco a la hora de valorar la vivienda para conceder la hipoteca es el precio de la tasación, independientemente del hecho de que la vivienda sea nueva o no.

¿Cuánto cuesta la tasación de la vivienda?

El precio de la tasación de la vivienda varía de una casa a otra, ya que depende del trabajo que requiera estudiar y analizar todos los elementos de la casa en cuestión. En general, cuanto más grande sea una casa, mayor será también el valor de la tasación y viceversa. Además, también hay que tener en cuenta que el precio de tasación también variará entre una empresa y otra.

De media, se trata de un trámite que suele oscilar entre los 300 y los 500 euros aproximadamente. No obstante, este precio puede variar dependiendo de las características concretas de cada inmueble.