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Este peculiar puente rodante ayudará a revitalizar un antiguo muelle abandonado de Londres
Cody Dock

Cuando la famosa catedral parisina de Notre Dame quedó devastada por el fuego, volvió a ponerse sobre la mesa el debate sobre la recuperación de espacios históricos. El elemento que subyace en este dilema no es solo el valor cultural o natural de los mismos, sino que va mucho más allá: la identidad de las ciudades.

La realidad es que, desde hace algunas décadas, en especial en las grandes ciudades, se ha sufrido un proceso de homogeneización, como consecuencia de generalización de los parámetros que se siguen en los nuevos procesos urbanización. Este proceso de uniformización se ha basada en la consolidación de un modelo globalizado de urbanismo y construcción urbana. El resultado ha sido la expansión a lo largo y ancho del planeta de lo que el conocido arquitecto neerlandés Rem Khoolas, bautizó con el término ‘ciudad genérica’. Rascacielos, aeropuertos, centros comerciales y bares y discotecas, son algunos de los elementos que las definen.

No hay duda de que este proceso ha generado importantes beneficios, desde una perspectiva funcional adaptada al hoy y adaptable al mañana, como defiende el propio Khoolas, que señala que este tipo de ciudad es “la ciudad liberada del cautiverio del centro, de la camisa de fuerza de la identidad”. Una situación que valora como una puerta abierta a nuevas oportunidades. Sin embargo, hay voces que lamentan este proceso de homogeneización. Voces que creen que el futuro de las ciudades debe pasar por poner en valor lo que diferencia unas ciudades de otras, lo que las hace únicas y diversas; en definitiva, lo que les transfiere identidad y fortalece la memoria colectiva.

Un puente moderno inspirado en el Londres victoriano

Un pequeño ejemplo de la contraposición entre ambas formas de entender la ciudad la encontramos en Londres, una de las ciudades más cosmopolitas y abiertas al mundo, pero que, al mismo tiempo, ha logrado mantener una parte muy importante de su esencia, gran parte de la cual hunde sus raíces en el victoriano siglo XIX. Y ahora, Thomas Randall-Page, un diseñador arquitectónico está trabajando en un proyecto que tiene como objetivo poner su granito de arena en esta lucha contra la pérdida de identidad de la ciudad.

Este proyecto es la construcción de un puente rodante para Cody Dock, un antiguo y enorme muelle industrial ubicado en la orilla del río Lea en el este de Londres. Esta nueva construcción, que se llamará Cody Dock Rolling Bridge, no es exactamente igual que los que existían en el siglo XIX, aunque sí se inspira se ellos, ya que permitirá el paso de embarcaciones gracias un sistema integrar un mecanismo manual para levantarlo. “Rodando en paralelo al canal que cruza, este diseño debe mucho a sus antepasados ​​victorianos. Sabían que mover grandes estructuras pesadas de manera eficiente requiere que sean un sistema equilibrado y mi diseño funciona con el mismo principio", explicó Randall-Page.

El diseño toma la forma de un marco cuadrado con las esquinas redondeadas que se asienta sobre rieles ondulados sostenidos por pilares de ladrillo. Tanto el marco como las barandas están alineados con dientes que se encajan entre sí como dientes, por lo que con el giro de un mango, la estructura se transforma sin problemas desde un puente peatonal en un arco con mucho espacio para dejar pasar a las barcazas. Los contrapesos dentro del marco cuadrado aseguran que toda la estructura del puente rodará suavemente en su posición invertida sin motores ni electricidad.

El Cody Dock Rolling Bridge ya cuenta con todos los permisos pertinentes. Por ello, Randall-Page lanzó una campaña de 'crowdfunding' para lograr la financiación necesaria. Aunque logró casi 85.000 libras esterlinas (casi 94.000 euros), no ha sido suficiente. Por ese motivo, su creador se ha lanzado a buscar otras posibles vías de financiación, tanto privadas como públicas. En este sentido, el alcalde de Londres, Sadiq Kahn, ha ofrecido su apoyo al puente rodante de Cody Dock.

Revivir una zona en desuso

La construcción del puente es solo una de las muchas intervenciones que se prevé realizar en el marco de un un plan de mayor alcance. Su objetivo es revivir el muelle Cody Dock, que fue construido en la década de 1870, en plena época victoriana. Sin embargo, desde finales del siglo XX se encuentra en desuso. La consecuencia: un espacio sin vida al que el abandono y el transcurso del tiempo ha llenado de todo tipo de basuras y residuos.

Fue como respuesta a esta lamentable situación, y con el ánimo de recuperar un paisaje histórico y natural que en su momento fue importante, que una entidad social, Gasworks Dock Partnership y un estudio de arquitectura, PUP Architects, decidieron unir sus fuerzas para volver a darle la vitalidad perdida. Con la puesta en marcha del plan volverán los amarres para las embarcaciones, pero, además, se ha consolidado una nueva función, ya que la tierra circundante se ha convertido en un espacio comunitario creativo.

Este espacio cuenta con más de 4.000 m2 de zonas verdes, senderos para pasear a pie y varios kilómetros de ciclovías. El puente rodante servirá, entre otras cosas, como una de las puertas de entrada a este inmenso parque en el que conviven diferentes estudios de artistas, talleres, espacios de exhibición y una cafetería comunitaria.

Si todo sale como se espera, en breve este peculiar puente será una realidad que, junto con otros elementos, ayudará a recuperar una zona con importante valor histórico, ambiental y, por supuesto, emocional para todos los que todavía hoy residen en la zona.

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