La deducción por la compra de vivienda, nuevo frente para el gobierno sueco en funciones

Nuevo frente político en el parlamento sueco relacionado con el mercado de la vivienda, donde ahora se debate sobre cómo controlar el rápido aumento de los precios de los inmuebles residenciales, que en el último año ha alcanzado el 20% de subida. De hecho, este incremento de los precios ha sido más alto de los países europeos y solo por detrás de Canadá y Nueva Zelanda, en el resto del mundo. Según el último informe de Bloomberg Economics, “Suecia es el mercado más burbujeante de Europa”.

EEUU y Suecia son algunos de los pocos países que mantienen la deducción fiscal por la compra de la vivienda. Este aumento del precio ha llegado al parlamento sueco, donde empieza a surgir el debate sobre cómo controlar esta subida de los precios. Mientras el Riksbank, el banco central sueco, y el Finansinspektionen, el regulador financiero del país nórdico, mantienen los tipos de interés bajos para mantener los objetivos de inflación, surgen las voces dentro del Gobierno que piden eliminar o al menos reducir la actual reducción del 30% en el pago de impuestos relacionados con los costes de los intereses hipotecarios.

El partido socialdemócrata de Stefan Löfven mantiene un gobierno de coalición en minoría con el Partido Verde pese a sufrir una moción de censura el pasado junio. La ministra de Mercados Financieros, Asa Lindhagen, del Partido Verde, busca comenzar a eliminar gradualmente la deducción el próximo año, mientras que la ministra de Finanzas, la socialdemócrata Magdalena Andersson, quiere negociar un acuerdo político más amplio antes de empezar a reducir el incentivo. “Debe hacerse lentamente, y debe asegurarse de que los hogares sean compensados", dijo Andersson a principios de este mes.

Suecia mantiene una fuerte sensibilidad social y política con el tema de la vivienda. De hecho, la moción de censura a Löfven y su Ejecutivo se produjo por intentar flexibilizar las rentas del mercado del alquiler, que le costó perder el apoyo del Partido de Izquierda, aliado externo del Gobierno. Pero el candidato alternativo, el conservador Ulf Kristersson, renunció posteriormente a formar ejecutivo ante la imposibilidad de lograr los apoyos necesarios para convertirse en nuevo primer ministro. Löfven si ha aceptado el encargo del parlamento sueco, intentando regresar a los acuerdos que alcanzó en 2019 con el partido Verde, liberales, centristas y comunistas

La opinión de los expertos

Eliminar la deducción fiscal supondría un incentivo para las arcas públicas de 20.000 millones de coronas, unos 1.950 millones de euros al cambio actual, aunque ningún partido ni ningún experto aboga por eliminar la exención de una sola vez.

“Los precios de las viviendas podrían caer hasta un 30% si se aboliera la deducción por la compra de vivienda”, según Robert Boije, economista jefe de SBAB Bank.

“Suecia podría encontrarse en un escenario que es difícil de manejar si no se resuelven los desequilibrios de la vivienda”, ha afirmado Stefan Ingves, gobernador del Riksbank, en una reciente reunión de la entidad, donde comparó el aumento de la deuda de los hogares en el país con sentarse encima de un volcán.

Su propia institución se enfrenta a las críticas por mantener bajos los tipos de interés y la compra de bonos garantizados que financian las hipotecas del país con su política de flexibilización cuantitativa.

Solo los conservadores, el principal partido de la oposición, se oponen explícitamente a una reforma fiscal, mientras que otros quieren una reducción gradual para evitar molestar a los votantes que se benefician de unos impuestos a la propiedad que el Fondo Monetario Internacional ha considera "extremadamente bajos".

El grueso de economistas y analistas, del SEB o Nordea, estiman que los políticos deben proceder con cuidado. Aunque hay leves señales de cierta estabilización de precios, los precios de las viviendas disminuyeron un 0,5% en el mes de junio, con mayor incidencia en las residencias unifamiliares. Aunque el mercado sigue respaldado por los ingresos de los hogares, las bajas tasas de interés y las mejoras en el mercado laboral sueco.