El Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado un informe en el que detalla el impacto del alquiler turístico en el mercado de la vivienda. Este arrendamiento vacacional supone el 7,7% del total del parque de pisos en alquiler, cerca de los 16.000 apartamentos. De ellos, el 60,5% cuentan con licencia legal. El consistorio de la Ciudad Condal lleva dos años y medio sin conceder nuevas licencias y lucha contra los alquileres ilegales.
Según el estudio realizado para el Plan Estratégico de Turismo que el Ayuntamiento dirigido por Ada Coalu está preparando para 2020, el 65% de la oferta total se concentra en 10 barrios de los 73 con los que cuenta la ciudad, que pertenecen sobre todo a los distritos de Ciutat Vella y el Eixample, los más céntricos.
Según el informe elaborado por los despachos Duatis Arquitectes y Urban Facts, hay 15.881 viviendas que ofrecen alquiler turístico vacacional, de los que 9.606 (60,5%) cuentan con la licencia municipal pertinente y 6.275 (39,5%) son ilegales.
Sumando ambas tipologías, la Dreta de l’Eixample, con 2.294 pisos turísticos, y un 14% del total, es con mucha distancia el barrio predilecto para los alquileres vacaciones. Le siguen Gràcia, Sagrada Família o Antiga Esquerra de l’Eixampl con ofertas superiores a los mil pisos.
De entre los pisos con licencia, vuelve a ser la Dreta de l’Eixample, la que cuenta con mayor oferta. Le siguen Sagrada Família, Gràcia, Antiga Esquerra de l’Eixample y Sant Antoni. Los barrios con más pisos sin licencia son los del distrito de Ciutat Vella, es decir, Raval, Santa Caterina, Sant Pere, la Ribera y el Gòtic.
Por otro lado, estas viviendas de alquiler turístico suponen el 7,7% de media del total del parque del mercado en arrendamiento, pero llega a subir hasta al 25% en en la Dreta del Eixample o la Vila Olímpica.
El informe concluye que “el fenómeno de los alquileres a turistas no es la única causa del incremento de los precios de alquiler, pero al restringir la oferta, es evidente que contribuye a incentivarla. La falta de oferta de pisos de alquiler contrasta con la demanda, lo que explica la fuerte subida de los precios del alquiler que se ha producido recientemente en Barcelona”, destaca el estudio.
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