El mejor momento para actuar es, sin duda, durante una reforma. El trabajo debe realizarlo un profesional
Comentarios: 0
Rehabilitación de un edificio
Freepik

Artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa

Cuando pensamos en reformar nuestra casa, nos preocupamos por las humedades, las grietas o el aislamiento térmico. Son problemas visibles y tangibles. Sin embargo, existe un enemigo silencioso e invisible que puede estar infiltrándose en nuestro hogar desde el subsuelo: el gas radón

Cualquier profesional de la rehabilitación considera que la protección frente a este gas es un pilar fundamental de una reforma saludable y segura.

Pero, ¿qué es el radón y por qué debería importarnos? Es un gas radiactivo de origen natural que emana de ciertos tipos de suelo, especialmente los graníticos. Al ser inodoro e incoloro, no podemos detectarlo con nuestros sentidos. 

El problema es que se filtra a través de fisuras, juntas y conductos en los cimientos de las viviendas, acumulándose en el interior. La exposición prolongada a altas concentraciones de radón es la segunda causa de cáncer de pulmón en España, solo por detrás del tabaco.

La buena noticia es que tiene solución. Y el mejor momento para actuar es, sin duda, durante una reforma.

El escudo anti-radón 

La lucha contra el radón se basa en dos estrategias principales: impedir su entrada y evacuar el que ya ha entrado. Aquí es donde una reforma bien planificada marca la diferencia.

1. El sellado: la primera barrera

El primer paso es bloquear las vías de entrada. Una reforma de la planta baja o el sótano es la oportunidad de oro para crear una barrera hermética. Esto incluye:

  • Sellado de fisuras y grietas. Reparar y sellar cualquier grieta en la solera de hormigón o en los muros de cimentación con masillas específicas.
  • Juntas estancas. Prestar especial atención a las juntas entre el suelo y las paredes, un punto de infiltración clásico.
  • Pasos de instalaciones. Sellar meticulosamente el hueco por donde entran tuberías, desagües y cableado.
  • Instalación de barreras anti-radón. La solución más robusta. Consiste en colocar láminas o membranas de polietileno o EPDM bajo el nuevo pavimento. Estas actúan como un impermeable, impidiendo que el gas ascienda desde el terreno.

2. La ventilación: diluir el problema

Si el gas no puede ser completamente bloqueado, la siguiente estrategia es diluir su concentración.

  • Ventilación del forjado sanitario: si tu casa tiene un espacio de aire entre el suelo y el terreno (forjado sanitario), es crucial asegurar una buena ventilación natural de este espacio para que el radón se disipe antes de entrar en la vivienda.
  • Ventilación mecánica: en sótanos o estancias con poca ventilación, la instalación de un sistema de ventilación forzada que renueve el aire constantemente es una medida muy eficaz.

3. La despresurización del terreno: la solución definitiva

Es el método más efectivo y se considera la solución estándar en rehabilitaciones integrales. Consiste en crear un punto de baja presión bajo la vivienda. Se instala una pequeña tubería que atraviesa la solera hasta llegar al terreno y se conecta a un extractor en el exterior. Este sistema funciona como una "aspiradora de radón", succionando el gas directamente del suelo y expulsándolo a la atmósfera antes de que tenga la oportunidad de filtrarse en la casa.

4. ¿En qué casos es importante tenerlo en cuenta?

No todos los edificios o reformas están obligados por el DB-HS6 (la protección frente a la exposición de radón) a aplicar medidas específicas. Entre los que sí hay que tener en cuenta dos cosas.

  • El DB-HS6 es obligatorio en municipios con “potencial de radón”, y solo para los “locales habitables” (no aplicable a garajes, trasteros, recintos sin uso continuo).
  • Valores de referencia (umbral de concentración de radón): la normativa adopta 300 Bq/m³ (Becquerel por metro cúbico) como nivel de referencia anual para interiores. Para concentraciones por encima de ese nivel, se deben tomar medidas correctoras, y el DB-HS6 distingue distintos factores según el municipio esté en zona I o zona II.

Conclusión: la salud de tu hogar en manos expertas

Proteger tu hogar del gas radón es una de las inversiones más importantes que puedes hacer en la salud de tu familia. Aunque algunas tareas de sellado puedan parecer sencillas, la realidad es que la lucha contra un gas invisible requiere de un conocimiento técnico preciso. Una mala ejecución puede dar una falsa sensación de seguridad.

Por ello, si sospechas que tu vivienda puede estar en una zona de riesgo o simplemente quieres garantizar un ambiente interior saludable durante tu próxima reforma, es fundamental que contactes con profesionales. Un arquitecto o una empresa de rehabilitación cualificada sabrá realizar las mediciones necesarias, diagnosticar las vías de entrada y diseñar e implementar la solución más adecuada para tu caso. No dejes la salud de tu hogar al azar; confía en la experiencia para construir un refugio verdaderamente seguro.

Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.

Ver comentarios (0) / Comentar

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta