Activos Santander

Los activos gestionados en España se incrementaron un 2,4% en el segundo trimestre de 2024, lo que equivale a 18.926 millones de euros, hasta situarse en una cifra global de 804.172 millones de euros, según los datos de Inverco. Unos activos que reflejan la suma de los distintos instrumentos de inversión colectiva y fondos de pensiones de bancos y gestoras nacionales e internacionales.

Entre 2008 y 2022, el sector financiero se ha quitado del balance más de 237.000 millones de euros en inmuebles adjudicados y créditos morosos. Según la consultora Atlas Value Management, solo durante el año pasado vendió cerca de 16.500 millones en activos tóxicos, con Santander, CaixaBank, Gescobro y BBVA a la cabeza, con un total de 47 transacciones, máximos de la serie histórica. Sin embargo, la desinversión récord data de 2017, cuando las ventas superaron los 50.000 millones.

El culebrón por la compra de la sede central del banco español en Boadilla del Monte (Madrid) ofrece un nuevo giro argumental. Los socios y acreedores de Marme, sociedad propietaria de la Ciudad Financiera hasta su concurso de acreedores en 2014, han recurrido a los juzgados el acuerdo entre la entidad presidida por Ana Botín y los hermanos Reuben, inversores que se llevaron la subasta del complejo por más de 3.000 millones.

Santander crea una gestora inmobiliaria ‘ad hoc’ para traspasar todos sus terrenos procedentes de la exposición al ladrillo. Landmark Iberia nace con la idea de avanzar en los trámites necesarios para poner estas parcelas en el mercado, que actualmente tienen un valor bruto que asciende a 4.000 millones de euros. Será uno de los mayores propietarios de suelo de España.

La inmobiliaria Metrovacesa estima que ingresará unos 671 millones de euros con la venta de activos de suelo y promociones inmobiliarias durante los próximos cinco años. La compañía, con BBVA, Popular y Santander como principales accionistas, tratará de reducir su deuda en un 22,8% antes de 2020 para quedarse con un pasivo de 1.864 millones de euros.

Banco Santander pretende desprenderse de sus activos inmobiliarios más problemáticos e inicia el proceso para colocar 2.600 hipotecas morosas valoradas en casi 800 millones de euros a grandes fondos internacionales, de las que 1.700 corresponden a particulares. La cartera se ha bautizado como "Proyecto Mamut".